Encierro para lidiadores
El peligroso encierro era más apropiado para un cartel de lidiadores que para una tema de noveles artistas. Sólo a Teodoro Gómez se le vieron recursos.Al soso y topón que abrió el festejo, Teodoro Gómez lo saludó con rítmicas verónicas y en su quite dibujó la chicuelina con donaire. Aprovechó el único lado por el cual el burel embestía sin malicia y le recetó dos tandas de derechazos. El cuarto hizo concebir ilusiones de faena, pero no pudo torearlo con limpieza.
Carlos Rondero luchó más con el viento que con el frágil segundo. Con la franela enseñó buenas maneras, pero terminó predominando su inmadurez. Al quinto lo esperó de hinojos dándole dos espectaculares largas cambiadas y de pie valientes verónicas. Pero la res llegó cansada al último tercio y se agarró al piso.
Ranchoseco / Gómez, Rondero, Lahoz, Trueba
Toros de Ranchoseco, débiles, salvo 3º y 6º. Para rejones, de Marco Garfias, despuntado. Teodoro Gómez: ovación y salida al tercio; aviso, silencio y palmas. Carlos Rondero: palmas; silencio. Miguel Lahoz: petición minoritaria y vuelta. El rejoneador Gerardo Trueba: división. Monumental plaza México. 2 de marzo. Pésima entrada.
Miguel Lahoz, al capotear al tercero, fue atropellado al ser descubierto por el aire. Hizo la cruz con pureza y verdad, y aunque la ejecución de la suerte fue perfecta, la colocación del espada fue defectuosa. La fiereza del sexto no le permitió acomodarse pero volvió a hacer la cruz a la hora de la verdad.
El rejoneador Gerardo Trueba dejó que la res continuamente alcanzara a la jaca y estuvo desacertado en banderillas y pésimo en los rejones de muerte.
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