El Vaticano más flexible a la píldora entre cónyuges

El uso de anticonceptivos como la píldora, el preservativo u otros siguen siendo intrínsecamente pecaminoso para el Vaticano, que sin embargo acaba de adoptar una actitud más flexible en un Vademecum para los confesores sobre algunos temas morales relativos a la vida conyugal, remitido por el Consejo Vaticano para las Familias, que dirige el cardenal colombiano Alfonso López Trujillo. Quede claro que la apertura se limita al secreto del sacramento de la penitencia y sólo cuando en hechos perpetrados en legítimo matrimonio.En los principios nada cambia, ya que el vademecum reafirma "la intrínseca malicia de todo acto sexual convertido voluntariamente en infecundo". Es igualmente inmutable la condena del aborto, pecado cuya absolución requiere ciertas condiciones demostrativas de un arrepentimiento indudable.

Sobre los anticonceptivos, el confesor puede mostrarse más comprensivo. No debe atosigar con preguntas y "siempre que considere necesario interrogar al penitente, ha de hacerlo con discreción y respeto". El vademecum define tres situaciones en las que aquél que ha usado anticonceptivos debe ser absuelto. Una es la del cónyuge que ha incurrido en el pecado por imposición de su pareja, sin que haya que demostrar violencia irresistible. También quien cuenta espontáneamente al confesor que ha usado anticonceptivos sin conciencia de pecado merece la absolución, y el confesor puede incluso permitir que permanezca en su error si estima que el penitente no modificará su conducta: al parecer, es frecuente en el Tercer Mundo.

La tercera vía que inaugura el Vaticano para que los católicos se pongan en paz consigo mismos está abierta absolutamente a todos, ya que el vademecum establece que el sacerdote debe absolver también a cualquier cónyuge, aunque cada día confiese que ha usado anticonceptivo s. Basta- que siga mostrando arrepentimiento.

El documento afirma, no obstante, que la doctrina de maldad intrínseca de los anticonceptivos no es revisable.