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10 policías franceses heridos en un avión en Malí al rebelarse 77 extraditados

Enric González

Las expulsiones de los inmigrantes clandestinos en territorio francés son cada vez más conflictivas. Tras negarse a acoger ese tipo de pasaje los pilotos de vuelos regulares, hubo que fletar aviones chárter. Luego, el personal de tierra de las compañías rechazó cooperar con los "chárter de la vergüenza". Ultimamente, los vuelos abundan en incidentes violentos. Durante la noche del jueves al viernes, 10 policías franceses resultaron heridos y un avión sufrió serios desperfectos al rebelarse los 77 ciudadanos malienses a bordo, de un aparato.,. que se había posado ya en el aeropuerto de Bamako, la capital de Malí. Los incidentes, los más graves desde que en 1995 se hizo sistemático el uso de vuelos chárter para la expulsión de clandestinos, se produjeron al abrirse las puertas del avión. Varios pasajeros se lanzaron contra los policías que les escoltaban, y la pelea se generalizó. Fuerzas policiales malienses lograron controlar la situación y se hicieron cargo de las 77 personas, que fueron trasladadas a un campo de prisioneros. Los policías, tras una cura de urgencia, fueron repatriados inmediatamente a Francia en otro vuelo. El avión en que se produjo la pelea tuvo que permanecer en Bamako a la espera de reparaciones. El de ayer no fue el primer incidente en estos vuelos, cuya frecuencia se ha incrementado hasta alcanzar en ocasiones, como ayer, un ritmo de dos al día.

Los aeropuertos de Bamako (Malí) y Dakar (Senegal) ya han sido escenario de otras peleas: en marzo del año pasado, por ejemplo, dos policías franceses sufrieron heridas de consideración al resistirse a desembarcar en Mali un pasaje de 52 malienses expulsados.

La Asamblea Nacional francesa aprobó el pasado jueves una nueva ley de inmigración, la controvertida ley Debré, tras suavizar parcialmente su redacción. El hecho de que en un primer borrador se contemplara la obligación de que los ciudadanos franceses declararan la presencia de extranjeros en sus domicilios ha dejado dividida a la opinión pública sobre la actitud del país ante los inmigrantes.

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