Emocionada llegada a Bucarest del exiliado Miguel de Rumania
El rey exiliado Miguel de Rumania llegó ayer a su país en una visita privada, después, de que el nuevo Gobierno anticomunista le devolviera su nacionalidad con un pasaporte que le fue entregado en el aeropuerto de Bucarest. Miguel, de 75 años, lloraba cuando descendió del avión comercial que le trasladó desde Suiza, donde reside con su familia, junto a su mujer, Ana de Borbón Parma.
Alrededor de un millar de personas le recibió coreando su nombre y la consigna, "¡la monarquía salvará Rumania!". La ceremonia fue retransmitida en directo por televisión. La visita de cinco días es la segunda del rey desde la caída del comunismo. Miguel I, que ha prometido respetar la Constitución republicana, se entrevistará con el presidente Emil Constantinescu y con el primer ministro Víctor Ciorbea. Numerosos miembros del Gobierno conservador y personalidades culturales estaban ayer en el aeropuerto.Miles de personas le vitorearon por la tarde en la plaza de la Universidad, uno de los iconos de la revuelta de 1989 que derrocó a Nicolae Ceusescu. La familia real se aloja en Villa Elisabeta, una antigua, residencia donde Miguel firmó hace 50 años su abdicación a punta de pistola.
Los ex comunistas de Ion Iliescu, ahora en la oposición, han condenado la visita como una maniobra para distraer la atención de los rumanos por las subidas de precios de productos básicos que acompañan a un plan de choque gubernamental.
