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Mueren tres niñas al incendiarse el desván donde dormían en una guardería de Vigo

Tres niñas de menos de dos años murieron calcinadas ayer en una guardería de Vigo, al declararse un incendio en una especie de desván donde las pequeñas. dormían sobre las 13.15 horas de ayer. En el centro había en esos momentos 15 pequeños, que pudieron ser rescatados por dos cuidadoras y algunos vecinos del barrio de Alcabre. Un cortocircuito parece ser la causa del siniestro. Al averiarse la instalación eléctrica, no pudo utilizarse el agua del pozo que abastecía el inmueble. La directora y una cuidadora de la guardería Escuela Infantil Dinky, que no estaba inscrita en el registro oficial del Gobierno gallego, fueron detenidas y ha pasado la noche en la comisaría de Vigo, pendientes de que la juez les tome declaración.

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"La chica estaba histérica. "¡Ayudadme, ayudadme!", sólo decía eso, toda tiznada, el pelo quemado, con heridas...", cuenta Jacobo, un joven que pasaba en moto por las proximidades de la escuela infantil y que fue el primero en acudir en su socorro, cuando el humo invadía ya toda la zona semirrural, en el extrarradio de Vigo. La guardería era como una casa de campo, con la fachada pintada de vivos colores. "Entramos en la parte ole abajo y sacamos cuatro o cinco niños, que eran los últimos que quedaban. Afuera ya habría unos 10. Al salir, la chica dijo que arriba quedaban tres niñas más. Subimos, intentamos abrir la puerta, pero salía mucho fuego y humo, era imposible entrar"Las cunas", prosigue Jacobo, "estaban junto a una de las ventanas, pero no teníamos modo de llegar hasta allí, no había escaleras. Hasta que llegaron los. bomberos, y ya fue_ tarde, aunque ellos no tardaron. Es que ardió como yesca". Un policía intentó acceder a esa segunda planta -"una especie de desván", según los testimonios recogidos en el vecindario- envolviéndose en una manta mojada, pero también fue rechazado por la bocanada de fuego que salía por la puerta. Luego tuvo que ser asistido de quemaduras leves en un brazo.Graves quemaduras

IreneRodríguez Cardoso, de 16 meses; Carla Rodríguez Sánchez, de dos años, y Natalia Collarte Hermo, de la misma edad, murieron carbonizadas. La cuidadora Yolanda Alonso, hermana de la propietaria, que participó con arrojo y gran dramatimo en el rescate de los niños, permanece ingresada en la unidad de quemadas de la clínica Povisa, con quemaduras de segundo grado en cara, y de primer grado, en antebrazo y manos. Sufre quemaduras entre el 1% y el 5% de su cuerpo, con pronóstico grave, pero "está más preocupada por lo sucedido que por sus propias heridas", señaló Manuela López Besteiro, consejera de Familia de la Xunta, tras visitarla en el hospital.

Ella y otra cuidadora lograron rescatar a todos los niños qué había en la planta baja (una docena) y trasladarlos a una vivienda de las proximidades, a la espera de que fueran a buscarlos sus padres.

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Con angustia y lágrimas en la mirada, fueron llegando. Lloraban de alegría los que encontraban y podían abrazar a sus hijos vivos y seguían llorando de ansiedad los que no los encontraban, poniendo su esperanza en que los pequeños formaran parte del primer viaje del autobús que, justo en el momento del incendio, había comenzado el reparto de niños por sus domicilios. En total, en el centro estaban matriculados unos 40 niños. Una bebé que dormía en el mismo desván siniestrado, había sido recogida por su padre, de modo inhabitual, instantes antes de desatarse el incendio.Otro de estos padres, en cambio, recibió la noticia como un mazazo. Entró en la casa que albergaba a los supervivientes, dio la descripción de su pequeña y un policía se lo comunicó a bocajarro: "Su hija está carbonizada". Sin lágrimas, ido, el hombre salió a la calle y comentó con voz entrecortada: "Me ha tocado la china. Mi niña estaba dentro". A pesar de que los cuerpos quedaron carbonizados, los familiares pudieron identificar los cadáveres sin necesidad de recurrir al análisis del ADN, como se temía en un principio.

Varios padres han expresado su satisfacción con el funcionamiento de la guardería: "No hubiéramos tenido a los niños en ella, si no fuera así. Nunca hemos tenido queja" señalaban. Pagaban en torno a 20.000 pesetas mensuales.

Según la documentación que opera en el Ayuntamiento, la casa disponía de una licencia en precario, de efectos urbanísticos, fechada en 1979. El edificio fue construido antes de 1966 y la licencia afectaba a los 87 metros cuadrados de la primera planta. Esta casa funciona como guardería desde hace unos 25 años, "pero su control es competencia plena y exclusiva de la Consejería de Familia", señalaron fuentes municipales.A la segunda planta de la casa, es decir, al desván, se accede por una escalera muy estrecha, "que apenas deja pasar a una persona con un niño en brazos". El cortocircuito pudo desencadenarse a partir de un radiador eléctrico de aceite que estaba encendido en esos momentos.

En el lugar del siniestro se concentraron los consejeros de Sanidad y Familia de la Xunta de Galicia, el gobernador provincial, el alcalde y, numerosos concejales. Los cadáveres de las pequeñas fueron levantados sobre las 16.15 por orden de la juez Cristina Jariod, que ordenó la detención de la directora María del Mar Alonso Dopeso y de la cuidadora que resultó ilesa. Ambas pasaron la noche en la comisaría de Vigo la la espera de que la juez les tome declaración este fin de semana.

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