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Reportaje:

Demasiada agua para el Peñón

Expertos británicos analizan los derrumbamientos originados por las lluvias en Gibraltar

"El Peñón no se va a caer a trozos". Así de tajante se muestra un llanito cuando se le pregunta por los últimos desprendimientos registrados en diferentes zonas de la Roca a causa de las últimas lluvias. Tres técnicos de la empresa británica Golder Associates, que tenían previsto visitar Gibraltar la próxima primavera para realizar un rutinario "repaso" a su estado, han tenido que adelantar su viaje a la pasada semana ante las incógnitas en que se mueven los responsables del Gobierno socialdemócrata de Peter Caruana."Los técnicos realizaron sus estudios durante una semana, analizando las causas que pudieron provocar los derrumbamientos producidos tras las fuertes lluvias habidas en los meses de diciembre y enero, y en breve emitirán sus conclusiones, una vez que regresen de Gran Bretaña", aseguró Michael Gill, responsable del departamento técnico del Ministerio de Comercio y Turismo del Ejecutivo gibraltareño. Gill aseguró que los puntos más conflictivos son la playa de Catalán Bay y la zona suroeste del Peñón, cercana a Camp Bay.

En Catalán Bay se encuentra La Caleta, el lugar donde habitan unas 60 familias, en su mayoría descendientes de los pescadores genoveses que colonizaron hace 300 años esa parte de Gibraltar. Allí, Brian Callaghan, director del Caleta Palace Hotel, establecimiento con 350 plazas que se sitúa en las faldas de un Peñón que alcanza los 423 metros en su punto más alto, se muestra extrañado por las dimensiones que han tomado los acontecimientos. "Esto es habitual, y de hecho, nosotros, que somos los, que más cerca estamos del lugar donde se produjo el derrumbamiento, no nos hemos visto perjudicados nada. más que por la medida adoptada por el Gobierno, que el pasado 15 de diciembre cortó al tráfico rodado la carretera de acceso al hotel porque se estaban realizando trabajos en la zona, no porque se viera afectada la carretera por las piedras que cayeron", señaló. Callaghan quiso dejar claro que en ningún momento se han sentido amenazados. No fue ésta la única zona en que cayeron piedras tras las lluvias. Desprendimientos similares se registraron en un túnel de la zona suroeste de la colonia que se diseñó para enlazar el casco urbano con la playa y cuya construcción se abandonó al descubrirse leves corrimientos de tierra. Estos nuevos desprendimientos, ocurridos el 15 de enero, llevaron al Gobierno de Caruana a solicitar a los técnicos británicos que adelantasen su visita a la colonia.

"Estas personas llegadas desde Gran Bretaña no sólo se han limitado a examinar las zonas afectadas, sino que han realizado estudios geológicos en muchas otras partes del Peñón", aseguró Michael Gill, quien añadió: "El Gobierno gibraltaréño tiene un plan de prevención para estos casos, y además, una vez conozcamos los resultados de los trabajos realizados por esta empresa británica, emprenderemos un plan de choque para reparar los daños que se hayan podido producir a causa de la mezcla de caliza y arcilla que posee la Roca". La situación es, por tanto, un tanto contradictoría, porque, como dice un ciudadano de la zona este, "las caídas de piedra son constantes, pero que nadie se crea que Gibraltar se va a derrumbar y va a dejar de existir de la noche a la mañana".

Mientras tanto, los técnicos se hacen varias preguntas: ¿se debe todo a un hecho esporádico por las lluvias? ¿La caída de piedras puede res ponder a movimientos tectónicos en la zona? ¿Se puede culpar a quienes en su día excavaron 35 millas de túneles en el corazón del Peñón? La respuesta parece estar en gran parte en un laboratorio londinense, donde los tres geólogos de Golder Associates analizan los datos recogidos en los trabajos realizados sobre el terreno.

Gill, como responsable de esta materia en el Gobierno gibraltareño, mostró la necesidad de buscar una pronta solución al caso. "En cuanto a todas las zonas de riesgo que corresponden al Gobierno de Gibraltar, puedo decir que las actuaciones van a llevarse a cabo no sólo en la dirección que marquen los resultados de los geólogos, sino también encaminadas hacia una serie de obras que se desarrollarán en los próximos 18 meses dentro del plan de prevención que poseemos", añadió.

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