El Gobierno de Kohl y la oposición socialdemócrata negocian la reforma fiscal en Alemania

Los máximos dirigentes del Gobierno y los partidos de la coalición en el poder en Bonn, democristianos (CDU / CSU) y liberales (FDP), se reunieron ayer durante tres horas en Bonn con los del primer partido de oposición, los socialdemócratas (SPD), para tratar de sacar adelante una reforma fiscal, con el fin de aumentar el crecimiento económico y disminuir el paro. La primera reunión concluyó sin resultados, pero se acordaron nuevas reuniones para tratar de llegar a un acuerdo antes de Semana Santa.

La cumbre de los elefantes ayer esparció por la sede del Gobierno un ligero tufo de gran coalición. El Gobierno federal no puede sacar sólo adelante la anunciada reforma fiscal del siglo. El SPD y Los Verdes cuentan con mayoría en la Cámara alta, el Consejo Federal (Bundesrat), y pueden con sus votos bloquear la reforma que, según el Gobierno, debe descargar a los contribuyentes y servir para mejorar la economía del país.

Al Gobierno y al canciller democristiano Helmut Kohl, junto con el ministro de Hacienda Theo Waigel y el jefe del grupo parlamentario Wolfgang Schäuble no les quedó más remedio que realizar el viaje a Canosa y acudir al edificio de la representación del Estado federado de Renania del Norte-Westfalia, a sólo 50 metros de la Cancillería, para negociar la reforma fiscal con los dirigentes de la socialdemocracia, con el presidente Oskar Lafontaine y el jefe del grupo parlamentario Rudolf Scharping a la cabeza.