Chicago en México

EL JEFE máximo de la lucha contra el narcatráfico en México ha resultado estar, según el Gobierno de Ernesto Zedillo, a sueldo de uno de los capos de la droga más poderosos de América. El golpe ha sido, devastador para el Ejército mexicano, de cuyas filas había salido el general Jesús Gutiérrez Rebollo. hace apenas dos meses para, paradójicamente, limpiar de corruptos la policía antinarcóticos de su, país, dirigida siempre por civiles hasta su llegada. Sin embargo, aunque la imagen internacional de México salga malparada del escándalo, Zedillo se apunta un buen tanto político, al aparentar que no le tiembla, la mano cuando se trata de atajar la corrpción en las altas esferas.El asunto tenía sus riesgos: Estados Unidos, recibió a Gutiérrez Rebollo, alabó su "limpia trayectoria" y le confió los secretos de la lucha contra el narcotráfico. La sensación de. ridículo en Washington es imposible de ocultar y la confianza de la Administración Clinton en los funcionarios mexicanos de cualquier nivel, nunca demasiado elevada, está ahora bajo mínimos. Para rematar, el escándalo se produce a pocos días de que EE UU emita su controvertida certificación a los países que, en su opinión, colaboran lealmente en el combate a los narcotraficantes. Con todo, el caso Gutiérrez Rebollo no parece que ponga en peligro el aprobado a Zedillo. México y EE UU se necesitan (ésta es la gran diferencia con la forma en que la Administración norteamericana trata a Colombia, alejada de sus fronteras), así que Clinton se ha apresurado a destacar, entre todo el embrollo, la entereza y decisión del presidente, mexicano. Una vez más, Zedillo ha logrado salir intocado de un escándalo mayúsculo de los que regularmente proporciona un país tan asediado por la corrupción como México.