Primer ataque frontal de Montenegro contra Milosevic

La minúscula República de Montenegro ha lanzado un ataque frontal contra su socio y patrón, el presidente serbio Slobodan Milosevic, pronunciándose abiertamente, por su retirada de la vida política. "Milosevic no merece ningún puesto, es incapaz de responder a los desafíos del mundo moderno", ha dicho el primer ministro montenegrino, Milo Djukanovic, al semanario de Belgrado Vreme.Las declaraciones de Djukanovic constituyen el ataque más directo hasta la fecha contra Milosévic por parte de un dirigente del país de 600.000 personas que, junto con Serbia, diez millones de habitantes, forma la República Federal de Yugoslavia.

"Estoy profundamente convencido de que sería un grave error que Slobodan Milosevic ocupe cualquier puesto en la vida política yugos lava. Es un hombre de ideas superadas, incapaz de idear, una estrategia que pueda responder a los desafíos de nuestro país", opina el primer ministro montenegrino a propósito de la pretensión de Milosevic, ahora presidente de Serbia, de hacerse con el cargo de presidente o primer ministro de la República Federal de Yugoslavia.

Las relaciones entre los dos miembros de la Federación han caído en picado tras la crisis desatada en Serbia par la anulación de la victoria opositora en las elecciones municipales de noviembre. Después de tres meses de, protestas. callejeras, el criptocomunista Milosevic ha tenido que aceptar el triunfo de sus adversarios políticos de la coalición Unidos. La coalición designó ayer a uno de sus líderes, Zoran Djindjic, para ocupar la alcaldía de Belgrado, una de las ciudades ganadas por la oposición.

Para el jefe del Gobierno montenegrino, teórico aliado de Belgrado, "...Milosevic se ha rodeado de gente que, según el modelo típico de los regímenes autocráticos, pretende conservar sus privilegios y le mantienen desinformado sobre los problemas serbios y de la Federación". Montenegro anunció a finales del mes pasado una ofensiva diplomática unilateral hacia Occidente destinada a deslindar sus necesidades de la mordaza impuesta por Belgrado.