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La producción industrial cayó un 2,1% en 1996, después de dos años sucesivos de fuerte subida

El índice de producción industrial (IPI) aumentó un 1,8% en el pasado mes de diciembre respecto a igual mes del año anterior, aunque, si se corrigen los efectos del calendario de fiestas y vacaciones, sufre una caída del 2,1% sobre 1995. El débil comportamiento de los bienes de equipo, que han venido sosteniendo la actividad, ha sido el responsable del resultado, pero los analistas se muestran cada vez más preocupados por un consumo privado que no termina de despegar y que puede poner en peligro los logros económicos del ejercicio actual.

El Ministerio de Economía señaló ayer en una nota que el comportamiento del IPI al cierre de 1996, demuestra "una cierta debilidad de la producción industrial que puede responder a factores puntuales", entre los que cita las fuertes lluvias y los posibles efectos diferidos de la huelga de transportes en Francia de últimos de noviembre.El caso es que la producción de bienes de consumo registró un retroceso del 2,6% en el pasado mes de diciembre, cuando ya había un 2,9% el mes anterior -según la serie desestacionalizada, que refleja mejor las variaciones interanuales-, mientras que los bienes de equipo bajaron un 2,3% (frente a un aumento del 4,8% en noviembre) y los bienes intermedios tuvieron un descenso del 1,9% frente a una subida igual en el mes anterior.

Para Carmen Alcaide, subdirectora del Servicio de Estudios del BBV, el dato del IPI "es peor de lo esperado" y, sobre todo, "es preocupante la desaceleración sufrida por los bienes de equipo, que era el punto de apoyo de la actividad". Jorge Hay, director del Servicio de Estudios del BCH, coincide en este último extremo.

Crecimiento económico

Si no se tienen en cuenta los efectos del calendario, las tasas internuales ofrecen avances positivos; concretamente del 2,3% para los bienes de consumo, el 3,0% para los bienes de equipo y el 0,9% para los bienes intermedios."Los datos no son ni buenos ni malos. Confirman una recuperación, en línea con las cifras registradas desde principios de 1996, aunque la tendencia es más débil que en noviembre", considera Jorge Hay.

Fuentes de Economía explican esta evolución por las características del crecimiento en el año pasado, "fundamentalmente apoyado en la demanda de inversión y en las exportaciones, frente a una recuperación más lenta del consumo".

En 1995 se había registrado n avance del 4,9% respecto año anterior y eso que en 1994 la actividad industrial se había convertido en el principal protagonista de la expansión económica, incrementarse un 7,7%. Bien cierto que fueron los años en que los Planes Renove impulsan fuertemente al sector automovilístico. A mediados de 1995, la debilidad del consumo privado, que terminó por afectar a la inversión en bienes de equipo, permitía pensar que en 1996 existiría un margen de subida. Pero, la finalización del Plan Renove francés ha repercutido negativamente en la producción de las factorías españolas y, al mismo tiempo, en el balance global de la industria.

Economía califica el balance de la producción industrial para el conjunto del pasado año como ', una práctica estabilización" respecto al ejercicio anterior, aunque sin descontar los efectos de los días festivos todavía se registra un descenso medio del 0,7% en 1996 sobre 1995. Carmen Alcaide no duda en afirmar que la producción industrial "está estancada", aunque ello se justifique por el parón del consumo.

Balance de los sectores

Por lo que respecta a ramas de actividad, la evolución más favorable durante el año pasado se registró en la construcción naval. En el extremo opuesto se encuentran el refino de petróleo y otras ramas relacionadas con el consumo privado."A pesar de todo, creo que en 1997 podremos conseguir un crecimiento económico entre el 3% y el 4%", señala Jorge Hay, "basado en la mejora de las exportaciones, impulsadas a su vez por la apreciación del dólar y por la fortaleza de las inversiones en bienes de equipo".

Jorge-Hay resalta, sin embargo, la paradoja que vive el sector de la construcción. Mientras las licitaciones indican una caída, el empleo y la demanda de materiales reflejan una subida. Alcaide afirma que "todavía no se puede hablar de cambio de tendencia a la baja, pero el consumo sigue estancado y, si no repunta, vamos a perder este año".

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