El Gobierno plantea al fútbol ventajas fiscales e insiste en regular las emisiones de televisión

El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, y el secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, se reunieron ayer en La Moncloa durante tres horas con una comisión de presidentes de fútbol. Los dirigentes expresaron su preocupación por el anteproyecto que ultima el Gobierno para regular el deporte televisado, que pone en riesgo las exclusivas firmadas por los equipos (más de 30.000 millones anuales). El vicepresidente garantizó al fútbol estos ingresos, pero no clarificó con qué fórmula. Ayer se puso sobre la mesa la reducción del IVA que se aplica el fútbol (16%), un mayor porcentaje de las quinielas y una revisión fiscal de los derechos de imagen de los jugadores.

Nada más dejar La Moncloa, Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, hizo. referencia a alguno de los planteamientos sostenidos por el Ejecutivo en la reunión: "Los clubes le hemos dejado bien claro al Gobierno que no somos mercancía en este conflicto y, por eso, no queremos mezclar en estas conversaciones asuntos como la, reducción del IVA, el aumento del porcentaje de los ingresos de las quinielas o un tratamiento específico en los derechos de imagen". José María Arrate, presidente del Athletic de Bilbao, se expresó en la misma línea: "Hemos expuesto al Gobierno los problemas que puede haber cuando se pierda la exclusividad de los contratos televisivos en vigor, pero el Gobierno asegura que respetar estos acuerdos depende de los operadores". Arrate apostilló: "Sobre, este punto, el Gobierno se ha mostrado ambiguo y quiere mezclarlo con la reducción del IVA, las quinielas, los derechos de imagen... Y, por ahora, es mejor no menearlo".

Más diálogo

A lo largo de la sesión, el Gobierno se mantuvo firme en presentar de inmediato el anteproyecto de ley que regule el fútbol televisado, cuyas disposiciones van en contra de las exclusivas, al tiempo que ofreció más diálogo al mundo del fútbol. Previsiblemente, el anteproyecto será presentado mañana al Consejo de Ministros y, según Cascos, aún habrá "tres o cuatro meses para dialogar" durante su tramitación como ley.Los presidentes hicieron hincapié en que sin exclusivas "no se podrán cumplir los contratos ya firmados" y que su valor se reducirá considerablemente. Un asistente a la reunión resumió así a EL PAÍS la respuesta del Gobierno a dicha preocupación, "El Ejecutivo ha reconocido que los acuerdos firmados son legítimos y que por tanto no puede hacer nada en contra de ellos. Al haber sido firmados por empresas privadas, el Ejecutivo no puede garantizar esos contratos, pero se ha comprometido a hacer un esfuerzo para que, en caso de que se abran, las cantidades sean garantizadas por otros operadores de televisión".

Por la noche, en el programa Supergarcía de la COPE, Cascos insistió en que los contratos vigentes "no tienen por qué estar en entredicho por parte de los operadores que los tienen". A renglón seguido, el vicepresidente subrayó: "La exclusividad es de Audiovisual Sport y esa relación se mantiene, pero hay que discutir que se abra a otros operadores, porque el coste que han asumido dos, no sé por qué no se lo pueden repartir más operadores".

Los contratos en vigor pertenecen a la empresa Audiovisual Sport, participada por Sogecable (40%) Antena 3 Televisión (40%) y TV-3 (20%), que pretende explotarlos a través de Canal Satélite Digital, la plata forma que rivaliza con la alianza que ampara el Gobierno.A la cita futbolística de Moncloa, además del vicepresidente primero y el secretario de Estado de Hacienda,- estuvieron presentes Pedro Antonio Martín Marin, secretario de Estado para el Deporte e Ignacio Ayuso, director general del Consejo Superior de Deportes. Por parte de la Liga asistieron su presidente, Antonio Baró, y ,el secretario general, Pedro Tomás. Así como Lorenzo Sanz, presidente del Real Madrid; Juan Onieva, tesorero del Real Madrid; Joan Gaspart, vicepresidente del Barcelona; Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid; José María Arrate, presidente del Athletic; Txomin Guzmán, vicepresidente del Athletic; Francisco Roig, presidente del Valencia; y José Manuel Llaneza, gerente del Villarreal. Al abandonar el recinto presidencial, Gil, satisfecho con "el talante negociador de Cascos" fue elocuente: "Que nadie se equivoque. Un gobierno no puede perder una guerra".