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Liaño reabrirá un sumario de los GAL por denuncias de un testigo que se ha desdicho varias veces

EI juez Javier Gómez de Liaño reabrirá el sumario por la muerte deL ciudadano francés Jean Pierre Leiba en 1984 tras las declaraciones del ex guardia civil José María Velázquez Soriano, que estuvo destinado en, el servicio de información del cuartel de Intxaurrondo (San Sebastián). Este testigo acusa al ex responsable del acuartelamiento, el general Enrique Rodríguez Galindo, de ordenar la muerte de Leiba. Velázquez Soriano confesó en 1986 haber pertenecido a los GAL para luego desdecirse y asegurar que todo fue un montaje por dinero. También aseguró entonces que los presuntos etarras, Lasa y Zábala fueron asesinados por la propia banda terrorista porque ETA necesitaba mártires para su causa.

La declaración de Velázquez Soriano, Txema, ante Gómez de Liaño, fue realizada en una pieza secreta del sumario por la muerte de Lasa y Zabala, en el que el ex agente de Intxaurrondo figura como testigo protegido. Sin, embargo, esta misma semana Velázquez Soriano anunció al juez su intención de renunciar a ese estatuto, puesto que el Ministerio de Justicia no había cumplido las medidas de seguridad acordadas por el juez. Se quejaba de que no se le había renovado la licencia de armas pese a es tar amenazado y de que no se le ha facilitado un piso de seguridad ni se le ha pagado el sueldo que el magistrado había propuesto.Velázquez Soriano protagonizó luna rocambolesca historia en 1986 tras confesar su pertenencia a los GAL, declararse coautor de los asesinatos de al. menos, media docena de etarras e implicar públicamente al Estado en la guerra sucia contra ETA. Tras publicarse sus declaraciones en la revista Interviú, fue de tenido para que aclarase las de nuncias. Entonces, desde la cárcel de Guadalajara, Txema escribió una carta a la Audiencia Nacional en la que reconocía que sus revelaciones a Interviú eran un montaje dirigido a sacar dinero.

Ahora, 11 años después, Gómez de Liaño se basa en nuevas acusaciones de Velázquez Soriano para elevar una consulta al fiscal sobre la conveniencia de reabrir el sumario por la muerte de Leiba, ocurrida el 1 de marzo de 1984 en Hendaya, en el que ya fueron condenados a 29 años los autores materiales, Daniel Fernández Aceña y Mariano Moraleda.

El general Galindo está procesado por el secuestro, torturas y asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, ocurridos en octubre de 1983. Galindo que se encuentra en libertad provisional, estuvo en prisión preventiva desde el 23 de mayo hasta el dos de agosto. de 1996.

Velázquez Soriano, Txema, acusó ayer a Galindo de ser inductor de¡ asesinato del ferroviario francés. También acusa al industrial vasco Víctor Manuel Navascués de ser el cerebro de comando Jaizubia de los GAL, que asesinó a Leiba. Navascués, sin embargo, ya fue juzgado por este hecho en, diciembre de 1.985, y la Audiencia Nacional -en la misma sentencia en que se condenó a Fernández-Aceña y Moraleda a 29 años a cada uno- le absolvió, por lo que no puede volver a ser juzgado.

El testigo protegido implicó también en el asesinato de Leiba al chófer de Galindo, Gumersindo Hernández. v al entonces cabo Lorenzo Bárez, ambos como colaboradores.A la vista de los nuevos datos aportados, que el fiscal Jesús Santos calificó de verosímiles, el juez Gómez dé Liaño solicitó un informe al fiscal Ignacio Gordillo sobre la conveniencia de la reapertura del sumario por el asesinato de Leiba. Santos está encargado del caso Lasa-Zabala, mientras que Gordillo fue el fiscal que llevó el caso Leiba y está encargado de los asuntos del juzgado central número 1, donde, se tramitó el proceso. La reapertura del caso se daba ayer por segura en la Audiencia Nacional.Jean Pierre Leiba fue asesinado el 1 de marzo de 1984 en las vías de la estación de Hendaya y poco después uno de sus asesinos, el ex legionario Mariano Moraleda, fue detenido en la frontera. Éste confesó su participación en los hechos, aunque dijo que había sido Dani (Daniel Fernández Aceña) el que había disparado. Aunque en un principio se pensé que la muerte de Leiba había sido un error, Fernández Aceña declaró en 1988 a la revista Tiempo que no hubo tal error, sino que Leiba era un agente doble que informaba a ETA y a los GAL. Después, en 1996, manifestó en Tele 5 que Leiba trabajaba como camarero en el bar Hendayais, propiedad de su tío y objeto de varios atentados, donde los industriales vascos pagaban el impuesto revolucionario. Aceña aseguraba que pasó mucha información a Navascués y a Intkaurrondo, y que la orden de matar a Leiba la recibió de un guardia civil, Andrés.

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