El PP cierra filas en torno al director general del ente y acusa al PSOE de montar campañas de linchamiento
El Gobierno ha ordenado cerrar filas en el PP en torno al nombramiento del diputado Fernando López-Amor como director de RTVE, y la dirección del grupo parlamentario ha asumido la orden con gusto y pocas disidencias. El PP celebró ayer una sesión de trabajo interno de su grupo con el vicepresidente. primero, Francisco Álvarez Cascos, y dos ministros.Tan sólo un diputado, el tinerfeño Miguel Cabrera Pérez-Camacho, se atrevió a formular una crítica sobre su compañero de filas. Cabrera precisó, ante la "solidaridad" con López-Amqr que reclamaba el portavoz del grupo, Luis de Grandes, que una cosa es considerar suficiente su capacidad y otra olvidar y asumir sus posibles "manchas en el pasado".
Miguel Cabrera aludía así a la sentencia de la Audiencia Nacional que condenó en 1992 a López-Amor por abuso de autoridad, al investigar de manera irregular la situación fiscal de un adversario político cuyo escaño de concejal en el Ayuntamiento de Madrid ocuparía él mismo después. Da la casualidad de que Cabrera es también, como López-Amor y como Aznar, inspector de finanzas. Incluso de un cuerpo superior dentro de estos inspectores. Ayer recordó este hecho para puntualizar por qué no aceptaba el comportamiento profesional de López-Amor.
El diputado canario obtuvo contestación inmediata de otros diputados achacándole un "exceso de ingenuidad". Los parlamentarios Ana Mato, José María Michavila y Jorge Trías pidieron la palabra para apuntarle a Cabrera que su "matiz" servía para hacerle el juego al PSOE, que se ha destacado por sus críticas al nombramiento del director de RTVE. Unas críticas que los populares tachan, incluso, de "linchamiento".
En el PP resaltan dos cosas sobre la sentencia condenatoria contra López-Amor. Primero, no la consideran una sentencia porque está originada en un recurso planteado por el propio diputado a una sanción administrativa previa. Y segundo, hacen hincapié en que ese supuesto error está dilucidado hace tiempo y sólo se ha recuperado ahora por intereses partidistas.Lo cierto es que ningún diputado más secundó en püblico el tono crítico empleado por Cabrera con López-Amor. Al contrario. Todo fueron muestras de "solidaridad". Algunos, eso sí, han lamentado -siempre desde el anominato- el contenido de las declaraciones y entrevistas de Fernando López-Amor desde que fuera nombrado director general de RTVE.
Luis de Grandes catalogó la única disidencia de ayer como un "matiz singular" y valoró la biografía y trayectoria del nuevo responsable de RTVE. como "impecable". Otros parlamentarios del PP definieron a Cabrera -que no es la primera vez que protagoniza intervenciones como ésta- como su "Pepito Grillo" y su "conciencia crítica".
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