Líbano detiene al cabecilla del Ejército Rojo japonés
Kozo Okamoto y al menos cuatro de sus secuaces del Ejército Rojo japonés han sido detenidos en Líbano, según se supo ayer. Confusos informes de la captura del grupo extremista recluido en el valle de la Bekaa y la renuencia de las autoridades libanesas a confirmar la identidad de los japoneses impedían anoche asegurar que la organización que hizo temblar a Gobiernos de varios países en los años sesenta y setenta haya quedado desbaratada.
ESPECIAL, En Beirut se espera para hoy la llegada de investigadores japoneses que, según informaciones procedentes de Tokio, ofrecerán pruebas de la identidad de los detenidos e iniciarán gestiones para conseguir su extradición. De confirmarse, la captura de Okamoto y los otros cuatro japoneses se pondría fin a un misterio comparable a las violentas andanzas de Carlos, el revolucionario venezolano Ilich Ramírez capturado en Jartum por agentes franceses y trasladado a una cárcel de París hace más de dos años.Okamoto, cuya organización actuó en coordinación con el marxista Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) de George Habache hace. dos décadas, es una de las figuras más enigmáticas del submundo del terrorismo internacional. Como líder fundador del Ejército Rojo en 1971, el extremista, que hoy tiene 50 años, transformó a la agrupación . en una especie de agencia internacional de apoyo logístico a secuestrador es de aviones y dinamiteros de extrema izquierda en vanas partes del mundo. En 1972, Okarnoto participó en la masacre de 24 isralíes en el aeropuerto de Lod, Israel, y fue sentenciado a cadena perpetua. Doce años más tarde salió en libertad en un canje de prisoneros israelíes y palestinos.
Poco antes de desaparecer en Líbano, Okarnoto dijo en una entrevista con un reportero turco: "Los 13 años en celdas israelíes han afirmado mis convicciones revolucionaras". Pero testimonios de compañeros de prisión dieron más tarde la impresión de que el japonés había sucumbido a un devastador ataque de nervios, que jamás pronunció una palabra en cautiverio y que su extraño comportamiento incluía "dar ladridos y comer en el suelo, como un perro".Investigadores de Tokio
Portavoces del Ministerio libanés de Exteriores confirmaron únicamente "la captura de cinco japoneses y dos libaneses" y anunciaron detalles "para las. próximas horas". La Embajada japonesa en Beirut se abstuvo de formular declaraciones a la espera de la llegada de los investigadores de Tokio.
Pero versiones periodísticas japonesas identificaron ayer a los detenidos como Kazuo Tohira, de 44 años; Hishahi Matsuda, de 48; Mariko Yamamoto, de 56, y Masao Adachi, de 57. A Tohira se le acusa del secuestro de un avión de pasajeros de Japan Airlines en Dhaka.
Fuentes de seguridad creen que por lo menos, otros 13 miembros del Ejército Rojo viven ocultos en Líbano, pero que la captura de Okamoto y los otros cinco japoneses va a obligarles a buscar nuevos escondites. Seguramente ya no en Líbano: el golpe contra el Ejército Rojo envía el inequívoco mensaje de que el Gobierno de Beirut, y sobretodo el de Damasco, que es el principal factor de poder en Líbano, quiere deshacerse de la varipinta colección de terroristas supuestamente refugiados en la Bekaa, bajo control del Ejército sirio desde 1976.
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