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La posibilidad de vida primitiva en Marte provoca un enfrentamiento científico

Polémica sobre las pruebas que ofrece el meteorito hallado en la Antártida en agosto

La posibilidad de que existiera vida primitiva en Marte hace miles de millones de años, anunciada el pasado mes de agosto por investigadores de la NASA y de universidades de Estados Unidos, se ha convertido ya en un caso claro de enfrentamiento entre científicos, que ha sobrepasado la discusión puramente profesional para adquirir desagradables tintes personales. El tema es uno de los más llamativos tratados en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS). Sin embargo, la sangre no llegó al río, en Seattle (EEUU).

Christopher Romanek, miembro del equipo que publicó el hallazgo en la revista Science (órgano de la AAAS) de posibles huellas de actividad biológica en un meteorito procedente de Marte encontrado en la Antártida, fue tajante en Seattle. "No estamos enfrentados, somos colaboradores", afirmó, aunque reconoció que el meteorito de Marte es un caso claro de "ciencia en acción" en el que se ponen de relieve aspectos poco aceptables de la actividad científica, pero, comentó: "también somos personas". Romanek anunció nuevos hallazgos en el análisis del meteorito y recalcó que él sus compañeros firmantes del artículo se han limitado a decir que lo encontrado "pudiera ser" de origen biológico.

A su lado estaba uno de los mayores críticos de las conclusiones en torno al meteorito, aunque no de la hipótesis de que haya existido alguna vez vida en Marte. John Kerridge, especialista en planetas, representa la tendencia que se está imponiendo entre los, expertos no implicados en el anuncio de agosto pasado: critican las conclusiones pero no pueden dejar pasar la oportunidad de disponer de fondos para ahondar en un tema fascinante para todo el mundo, la existencia de vida fuera de la Tierra. "La vida en Marte tiene sentido, hay una posibilidad razonable de que la haya habido y se haya extinguido, pero las pruebas presentadas no llegan a tal categoría", explicó.

A Kerridge le cuesta pensar que un meteorito arrancado de Marte proceda, por casualidad, de una parte del planeta donde hubiera vida primitiva y cree que el análisis de meteoritos nunca proporcionará una respuesta. "La única solución es establecer un programa de 15 años de exploración robótica del planeta, para tener alguna posibilidad de encontrar las pruebas que ahora no tenemos".

En cuanto al geólogo Michael Carr recordó que la hipótesis de agosto no surgió de la nada y esgrimió el argumento más citado en los últimos meses, la confirmación de que la vida mas primitiva en la Tierra corresponde a las arqueobacterias, organismos encontrados hace poco en los alrededores de volcanes submarinos. "Y en Marte hay abundantes huellas de auga y volcanes", dijo.

El astrónomo Thomas Gold, del que partió la idea de estudiar los meteoritos de Marte, aprovechó para exponer su particular hipótesis sobre el origen de la vida y recordó que los ambientes calientes que contienen agua líquida favorecen la vida. Pero discrepó con Carr en que los volcanes sean un lugar especial para la vida: "Cualquier lugar suficientemente profundo tiene estas condiciones favorables en la Tierra y probablemente la tiene o la tuvo en muchos otros planetas, incluido Marte".

La teoría de Gold es que el petróleo no procede de la descomposición de material biológico, la hipótesis actualmente aceptada, sino que se trata de hidrocarburos primordiales, como los encontrados en muchos otros cuerpos celestes, a los que se añadieron los restos de una vida microbiana abundantísima a cierta profundidad, donde probable mente surgió la vida en la Tierra. Se basa en el contenido de helio en el petróleo, sólo explicable, en su opinión, porque el petróleo procede de las entrañas de la Tierra y en su recorrido arrastró el helio producido por la desintegración radiactiva de algunos elementos presentes en las rocas, como el uranio y el torio.

Glóbulos de carbonato

Los nuevos datos anunciados por Romanek se refieren a la existencia de glóbulos de carbonato que contienen materia orgánica y son similares a los encontrados en la Tierra producidos por reacciones bioquímicas. Su análisis indica que se formaron a temperatura media (unos 100 grados) y ambiente acuoso, algo compatible con la vida, en opinión de estos científicos, que en su disección del meteorito también hablan de la existencia de biopelículas y de cadenas de cristales de magnetita idénticas a las producidas por bacterias en la Tierra. Argumentos que no convencerán a la mayoría de los expertos en meteoritos, que exigen pruebas más convincentes para otorgar un origen biológico a estos hallazgos.

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