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El ex presidente socialista de Murcia, exculpado en el caso que le obligó a dimitir

, El socialista Carlos Collado dimitió en mayo de 1993 como presidente de Murcia por el escándalo suscitado por la compra de unos terrenos que la Administración regional cedió como incentivo a la inversión de General Electric. Ahora, casi cuatro años después, el Tribunal de Cuentas ha resuelto que en esa operación no hubo responsabilidad contable ni para Collado ni para su Gobierno. Los servicios jurídicos de la comunidad estudiaban ayer ese acuerdo, que puede ser recurrido.El caso estalló tras el informe sobre la contabilidad de Murcia en 1989. El mencionado tribunal fiscalizador estimó que había indicios de responsabilidad del Gabinete Collado, fundamentalmente por la compra de la finca Casa Grande. El erario público pagó por ella 1.564 millones de pesetas por encima del valor nominal de las acciones de la sociedad propietaria, una filial de Ferrovial llamada Agrovial.

Collado argumentó que el valor nominal de las acciones no suele coincidir con el de mercado y que la operación incluso significó un ahorro sobre el desembolso previsto ante otra localización de parcelas. Éste fue uno de los argumentos aceptados por los tribunales de Justicia tras una querella de IU. La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Murcia archivó el asunto en diciembre de 1993. Pero el contencioso siguió vivo en el de Cuentas, que abrió una pieza separada. Ahora, en las consideraciones de su resolución, utiliza en buena medida los razonamientos jurídicos ya plasmados por el Superior.

El actual Gobierno murciano, del PP, que se personó en el caso, todavía no ha decidido si recurrirá. Según el vicepresidente, Antonio Gómez, esperará a conocer el informe de sus servicios jurídicos. Sin embargo, a título personal, Gómez está deseoso de que se cierre "esta página negra". En cambio, IU reclamó ayer que se recurra. Por su parte, el PSOE señaló que se confirma que en el asunto Casa Grande sólo había responsabilidad política,, no penal.

Collado, tras su dimisión -forzada por el aparato socialista de Murcia, guerrista entonces, con el que estaba enfrentado- se viene dedicando a su profesión de profesor de filosofía en un instituto.

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