Enterrado en Andoain el empresario vasco Arratibel, asesinado por ETA
El empresario guipuzcoano Patxi Arratibel, asesinado por ETA en el último día del carnaval en Tolosa, fue enterrado ayer en el panteón familiar de Andoain (Guipúzcoa). Los hermanos Arratibel estuvieron acompañados en el sepelio por amigos de la víctima, entre los que se encontraban el cocinero Karlos Arguiñano -quien elaboraba las recetas de la empresa de platos preparados Gelos, que fue propiedad del fallecido-, el empresario Jaime Caballero y familiares del industrial Patxi Usabiaga, asesinado por ETA en Ordizia el pasado julio. Caballero fue secuestrado por ETA en 1987, y Arratibel realizó labores de intermediación entre la banda terrorista y la familia para su rescate, por el que se pagaron 200 millones de pesetas.
, El Ayuntamiento de Tolosa, donde fue asesinado el empresario, aprobó una moción con los votos de EA (6), PNV (4), PP (2) y PSOE (1) y en contra los cuatro de Herri Batasua (HB) en la que pide a ETA que deje de denigrar a Euskadi. "Basta ya de que ETA denigre a Euskadi y aterrorice a sus ciudadanos; basta ya de la doble moral de HB que reclama derechos humanos y aplaude la muerte y los secuestros", reclama Tolosa. Esta declaración pide asimismo que se deje de "educar en el odio" a los jóvenes vascos.Los ediles de HB no suscribieron esta exhortación y, a cambio, leyeron una moción en la que se refieren a los asesinatos de ETA como "acciones" y a los suicidios de tres compañeros suyos como "asesinatos políticos". El hermano del fallecido, Joaquín Arratibel, relató ayer -en declaraciones a diversas cadenas de radio- que había aconsejado a Patxi que dejara el País Vasco pero que él le repetía que tenía la conciencia muy tranquila y que estaba intentando conectar con el entorno de ETA para aclarar que no se había quedado con dinero del rescate de Emillano Revilla. Fuentes cercanas al empresario asesinado matizan que éste viajaba mucho ultimamente pero que olvidó la prudencia en sus movimientos para participar en los carnavales de su pueblo.
Joaquín Arratibel criticó asimismo los sistemáticos llamamientos a la negociación que realiza ETA a la vez que asesina y secuestra. "En algún momento tendremos que decir: señores, ya hemos negociado todo lo que teníamos que negociar". "Contra un muro de acero no se puede hablar", concluyó.
El director de la Kutxa, Jesús María Alkain, cuñado de Patxi Arratibel, manifestó tras el entierro de la última víctima de ETA que los únicos culpables de lo que están sucediendo en Euskadi es de los vascos: "Nadie tiene más culpa de lo que le pasa a los vascos más que nosotros. El problema es entre nosotros, es de Euskadi". Además reclamó la paz y pidió a los asesinos del marido de su hermana que dejen las armas. La esposa de Arratibel, Susana Ezkurra, pertenece a una familia bilbaína que regenta una farmacia en la que trabajó Angel Alcalde, ex dirigente de HB prófugo de la justicia, acusado de colaborar con ETA.
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