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"No estoy dispuesto, a acordar casi nada con los secuestradores"

, Al anunciar la apertura de "negociaciones preliminares directas" con los secuestradores de Lima, el presidente Alberto Fujimori abrió la puerta a una posible solución del conflicto desencadenado por el comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) que ocupó el pasado 17 de septiembre la residencia del embajador japonés. Pero el mandatario peruano, que participa en Londres en una conferencia sobre inversiones en Latinoamérica, advierte que habrá "discusiones", pero no "negociaciones", ya que lo contrario sería "hacer concesiones a los secuestradores".

Pregunta. Desde el inicio de la crisis, sólo ha habido un contacto oficial, el 28 de diciembre, entre su Gobierno y el comando del MRTA. ¿Cuál es la situación?

Respuesta. Vamos a entablar el martes [por ayer] conversaciones preliminares directas con los miembros de la Comisión de Garantes y el número dos del comando, Roli Rojas, conocido como El Arabe, en una continuación normal de las conversaciones informales de las últimas semanas.

P. ¿Significa la celebración de este encuentro que usted acepta negociar?

R. No. Sólo habrá discusiones. Hablar de negociaciones supone que pueda haber concesiones por parte del Gobierno para obtener la liberación de 72 rehenes detenidos en la embajada. Y esto es inaceptable.

P. ¿Qué está usted dispuesto a acordar?

R. Muy poco; casi nada.

P. La situación puede prolongarse entonces mucho tiempo.

R. Yo soy optimista. El obispo [Juan Luis] Cipriani, que es mi amigo, ha mantenido en las últimas semanas numerosas conversaciones con los jefes del comando. La atmósfera de estas conversaciones informales es serena.

P. ¿Usted no excluye una solución rápida?

R. No quiero predecir nada.

P. ¿Estaría dispuesto a someter ante el Congreso un proyecto de ley que le permitiera actuar dentro de la legalidad?

R. No. No habrá ninguna liberación de prisioneros del MRTA. Esto es definitivo. Del mismo modo, tampoco habrá un proyecto de ley a la medida. La única cosa que podemos hacer es buscar una salida imaginativa. De hecho, estas conversaciones tienen por objetivo persuadir al MRTA de que no va a obtener nada -ni privilegios ni concesiones-, porque tiene secuestrados a unos rehenes. Rechazando negociar, queremos crear un precedente muy claro: este tipo de acción no es aceptable.

P. ¿Está dispuesto a mejorar las condiciones de detención de los presos?

R. Hemos construido 23 prisiones en los últimos años. Son modernas y tienen todas las instalaciones necesarias. Las condiciones en las cárceles peruanas son muy duras, pero, para la situación de Perú, están bastante bien. Creo que el problema viene de que antes estaban controladas por el MRTA y por Sendero Luminoso. Ahora son las autoridades las que hacen respetar el orden.

P. ¿Lo único que usted aceptaría es la salida del comando hacia otro país después de que hubiese liberado a los rehenes?

R. Sí; buscamos un país de acogida, lo que no es fácil de encontrar. Y aún hace falta que los miembros del comando acepten. Si hubieran querido abandonar el país, no habrían tenido que organizar esta toma de rehenes.

P. ¿El Gobierno japonés le ha presionado para que usted modere su postura?

R. No. Durante nuestro encuentro en Toronto, el pasado día 2, sólo hemos armonizado nuestros puntos de vista. El Gobierno japonés está completamente de acuerdo con nuestra posición.

P. Desde 1990 ha otorgado importantes prerrogativas a las fuerzas de seguridad y a los jueces para luchar contra el terrorismo.

R. Es cierto que hay muchas personas acusadas de actos terroristas que han sido encarceladas y son inocentes: lo reconozco. Se han cometido errores. Así que hemos creado dos organismos para revisar los sumarios, ya sea para poner en libertad a estas personas o para que puedan acogerse a los beneficios de un indulto. Desde que se puso en marcha esta iniciativa han sido excarceladas 325 personas. Creo que quedan todavía en prisión unos doscientos inocentes, pero en ningún caso un millar, como se ha llegado a decir.

Le Monde / EL PAÍS.

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