Los tejidos inteligentes irrumpen en la Pasarela Cibeles de Madrid
Jesús del Pozo inaugura los desfiles
"Que cada uno utilice lo que le va mejor". Los deseos de Modesto Lomba se convirtieron ayer en realidad en la primera jornada de la Pasarela Cibeles de Madrid. Tejidos tecnológicos, el visón como complemento, el largo por debajo de la rodilla y por el tobillo, arrasaron en las colecciones. Destacó la propuesta de Roberto Verino, que conjugó sandalias y abrigos, y la de Jesús del Pozo, realizada con tejidos inteligentes que aportan "nuevos movimientos y mejores caídas".
, Tras el revuelo que supuso la llegada de Ana Botella y Alicia Alonso, juntas pero no revueltas, la Pasarela se inauguró con el pase de Jesús del Pozo. "Seguramente hay menos imagen que otras veces en esta colección otoño-invierno 1997-98", dijo el creador, "pero en estos momentos trabajo para cubrir otras necesidades. Estoy más en la tierra que otras veces y eso responde a una nueva estrategia. Me gusta lo anterior y lo haré siempre que pueda", dijo un flamante Del Pozo que acaba de fichar como diseñador para unos grandes almacenes japoneses.Sus vestidos, muy próximos al cuerpo, de hombros redondeados y mangas japonesas, levantaron los primeros aplausos del día. Como ya es habitual, Del Pozo no utilizó colores estridentes y sí tonos matizados. El creador reconoció que su nuevo trabajo tiene un aire antiguo. "Hay que rescatar lo bueno de toda la vida y devolvérselo a la mujer de hoy". El broche final del pase lo puso una colección de trajes de noche en el mejor estilo años veinte.
Pana con lentejuelas
Y algo de esa elegancia de principios de siglo se filtró también en la colección que presentó Roberto Verino por la tarde. El principio del pase, a base de pantalones pitillo, abrigos por los suelos y tres cuartos realizados en tonos crudos y camel mezclados con rosas y azules, fue un éxito. El mestizaje en estilos y tejidos definió la colección. Sus abrigos han robado el protagonismo a las chaquetas, los vestidos de estilo oriental se conjuntan con pantalones de tejidos masculinos y la pana se combina con tejidos de fiesta y lentejuelas.
Verino, que huyó para este pase de lo espectacular y el alboroto que han marcado sus anteriores desfiles, también ha cambiado de estrategia. "Toda la colección estará en las tiendas", aclaraba el diseñador gallego, que definió su último trabajo como "funcional, ponible y sofisticado". La única nota discordantemente intencionada del pase fue la idea de mezclar toda la colección de invierno con sandalias de tacón. "Hay que romper con ese concepto de temporalidad que tiene la moda. Ni las estaciones se corresponden con lo que eran ni las mujeres son las mismas de hace veinte años".
Los diseñadores españoles han inundado la Pasarela Cibeles de prendas ponibles y apenas llamativas. La colección de Veva Medem, centrada en la noche, fue un modelo de sencillez y repetición. Vestidos, abrigos, chaquetas y pantalones rectos acababan en cenefas de piel. La joven diseñadora recurrió también a la fusión de tejidos, combinando los pantalones de lana en cuadros y lisos con transparencias o jerséis metálicos y muselinas.
Dentro del mismo desfile se pasó la colección de Devota & Lomba, que tuvo como hilo conductor las líneas que inspiraron el art déco. Lomba, como también hizo Verino, rescató el visón -lo mismo rasurado que con pelo- en cuellos, cinturones e inclusos abrigos enteros.
Cerró la jornada Elio Berhanyer con un desfile que él mismo clasificó para mujeres que se acercan a la treintena. "No creo en las mujeres vestidas de jovencitas", aclaró antes del pase, señalando los 80 trajes diseñados para la Pasarela. El veterano diseñador, que debutó en Cibeles en la anterior edición, señaló que si no había estado antes en este escaparate se debió a motivos políticos. "A los que llevamos tantos años como yo en esto nos tachaban de franquistas".
Babelia
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