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"Los locos hablamos con el corazón"

Juan Jesús Aznárez

, El entonces candidato a la presidencia de Ecuador, el populista Abdalá, Bucaram, despreciaba las imputaciones de su principal adversario en los comicios del pasado año, Jaime Nebot, con una reflexión sujeta aún al análisis de politólogos y galenos: "¡Qué consejos me puede dar un hombre que tiene el esperma aguado!". El afrentado Nebot figura en la relación de quienes gestionan un acuerdo parlamentario a favor de la destitución del presidente por considerar que existen indicios de su in capacidad mental para el ejercicio de tan alta autoridad. La mayoría de los 12 millones de ecuatorianos cree, sin embargo, que la mayor vesanía presidencial, el mayúsculo desatino, es haber aumentado las tarifas del gas de uso doméstico en un 245%, la energía eléctrica en un 300%, el transporte urbano en un 60% y los teléfonos en cerca del 1.000%.El conservador Nebot insiste en que el apelativo de El Loco, deportivamente aceptado, e incluso estimulado, por su titular, tiene un asidero real. "Los locos hablamos con el corazón", se defiende el gobernante, cuya apertura económica es de choque y se ejecuta a la tremenda. "A Cristo y a Gandhi los llamaron locos y los mataron. Llaman loco a Abdalá y no sé si me maten". La oposición estudia aceleradamente su destitución, atribuyéndole comportamientos próximos a la demencia, para lo cual se requiere la mayoría de los 82 diputados de un Congreso unicameral: el oficialismo cuenta con 31 escaños; la oposición agrupada, 48, y tres disputados se declaran independientes.

Evidentemente, hay mucho de oportunidad política en las maniobras de la oposición, pero declaraciones y movimientos del jefe de Estado tenidos como disparates facilitan el avance hacia la aplicación del artículo 100 de la Constitución. En un país con más del 60% de los habitantes en la pobreza, el presidente asumió la dirección del Club de Fútbol Barcelona y contrató por un millón de dólares, por un partido, a Maradona.

Un periodista compartía con este enviado la respuesta de Bucaram al advertirse la semejanza de su bigotillo, subastado recientemente en beneficio de los niños, con el de Adolfo Hitler. Raudo salió al paso el candidato: "Hay que reconocer que Hitler tuvo cosas buenas, como las SS".

Bucaram, bailarín, cantante y futbolista, ganó las elecciones anticipando sus intenciones de obligar a las señoras a trabajar codo con codo con sus criadas para inculcar en las demás la dignidad de las faenas domésticas;, también instaba al alzamiento de los pobres contra la oligarquía y, ya presidente, llamó "pendejos", "aniñados" o "maricas" a los miembros de la oposición.

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