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Rey reclama completar la unión monetaria con políticas de empleo

Xavier Vidal-Folch

Rey propugnó ayer que la unión monetaria acompañada de políticas de empleo y dedió la cohesión económica y social como 'una forma de entender la integración europea". Don Juan Carlos puso esta pica solidaria en el corazón de Flandes, donde la Universidad de Lovaina le designó doctor honoris causa. Tres dirigentes de HB fueron detenidos tras un acto de protesta por el nombramiento.

, Don Juan Carlos fue distinguido con el nombramiento académico de la universidad flamenca -junto con el director de orquesta Phillippe Herreweghe, la catedrática de Filosofía M. C. Nussbaum y el físico A. H. Zewail- por su contribución al establecimiento de la democracia en España y su compromiso europeísta. Fue el único de los galardonados que pronunció un discurso de agradecimiento.En el lenguaje diplomático propio de su función, el Rey se comprometió de lleno en las polémicas de la construcción europea, incluida la creación del euro. "Es evidente que su establecimiento exige que prosiga el esfuerzo de todos para hacer posible un punto de partida saneado y convincente", dijo a propósito de la unión monetaria.

Tras recordar las referencias de la última cumbre de Dublín al paro, el Rey propugnó la necesidad de vertebrar auténticas políticas de empleo. Para él, "cualquier logro" en el "proyecto de integración" monetaria sólo "adquirirá su pleno sentido cuando permita responder más eficazmente al desafío de extender ese bien social que es el empleo a los ciudadanos que están privados de él".

El reto de esta Europa estriba, según el Rey, en "conciliar un entorno abierto y competitivo con la defensa de sus propias señas de identidad", para lo cual es imprescindible la solidaridad, que se despliega mediante mecanismos concretos "correctores" mercado que resultan "imprescindibles", como los fondos estructurales y de cohesión.

Tres dirigentes de HB, Karo Landa, Joseba Álvarez y Sabin del Bado, fueron detenidos por perturbar el orden público cuando protestaban, junto a una docena de manifestantes locales, contra el nombramiento del Rey. Cinco horas después quedaron en libertad.

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