La verdad es digital

Lo mismo que sucedió con Newton y Leibnitz respecto al cálculo diferencial, Tarski y Gödel llegaron en 1930 casi al mismo tiempo a establecer "una teoría de la verdad objetiva -la verdad como correspondencia de un enunciado con los hechos- y de la verdad absoluta: si un enunciado formulado sin ambigüedad es verdadero en un lenguaje, entonces también- lo es toda traducción correcta de este enunciado a cualquier otro lenguaje". Así lo reconoce Karl R. Popper en su formidable opúsculo Un mundo de propensiones, editado en castellano por Tecnos. Es decir que, respetando las condiciones anteriores, también podemos llegar a una verdad digital o, si se prefiere, a una traducción digital correcta de la verdad.Escribe el valedor de la sociedad abierta que nuestras teorías, nuestras hipótesis, son aventuradas tentativas. Acepta que, sin duda, muchas de ellas resultan ser erróneas y que su falsedad puede quedar puesta de manifiesto tras el impacto de nuestras pruebas. Sin más andamos por las ramas, ahí están ya las enmisiones a través de la plataforma digital de Canal Satélite, para el contraste. De cualquier manera, esperamos con Popper que sean verdaderas aquellas teorías -o en nuestro caso plataformas- que no podemos refutar mediante las más severas pruebas, como por ejemplo las contenidas en el Real Decreto del pasado viernes.

Eso sí, nuestro autor se adentra de inmediato en reflexiones estadísticas para llegar a la definición de las propensiones y evitar ingenuidades lamentables. En resumen, dice Popper, que las propensiones o probabilidades objetivas entre posibilidades desigualmente cargadas no deben concebirse como propiedades inherentes en un objeto -en una plataforma digital debería escribirse para el ejemplo que venimos considerando-, sino. como propiedades inherentes en una situación -la creada por el Gobierno de José María Aznar con su Real Decreto y los que se anuncian próximos- (de la que el objeto forma parte -y todos nosotros también- naturalmente).

Quede, pues, clara la importancia del aspecto situacional de la teoría de las propensiones. "Importancia decisiva de cara a una interpretación realista de la teoría cuántica". Porque si la situación cambia las posibilidades y, por ende, las propensiones, deberemos avanzar mediante el cálculo de probabilidades relativas o condicionales y abandonar el terreno de las probabilidades absolutas, que legendarios jerarcas de la dictadura exaltaban bajo el nombre de principio de igualdad de oportunidades. Llegados aquí recordemos que semejante locución Regó a ser uno de los lemas propagandísticos favoritos del franquismo junto a la repoblación forestal, ambiciosa empresa confundida, por la tosquedad elemental de algunos camaradas con la ocasión de hacer el amor debajo de los pinos.

En definitiva, amanece el gran momento de los estrategas gubemamentales dispuestos a librar la espléndida batalla digital. En la sala de mapas del almirantazgo, junto al nuevo edificio de Moncloa, se suceden las reuniones de mañana, tarde y madrugada. El gabinete de crisis creado para acabar con el maleficio de las encuestas sabe bien que no puede darse al relevo ni al descanso. Una vez adoptadas las decisiones empieza la conducción de las operaciones y la redacción de los Reales Decretos Leyes. Se impone la repulsa a los matices y la reflexión se computa como inadmisible tibieza. Cunde el gusto por los chafarrinones frente a la pincelada sutil. Se prefiere el uso de todas las fuerzas disponibles. Como escribe en el último número de El Economista un conocido colega, se quiere evitar lo sucedido a Sadam Husein, cuya aviación siguió inédita cuando la guerra del Golfo había concluido.

Pero atención a la,advertencia de Popper según la cual en nuestro mundo real -más allá del parque monclovita- la situación cambia sin cesar y con ella las posibilidades y las propensiones. Porque nuestras preferencias hacia una u otra situación, nuestro descubrimiento de posibilidades antes no atisbadas, nuestro cambio en la comprensión del mundo, cambia a su vez las condiciones de éste. Como también lo hacen nuestros deseos, preferencias, motivaciones, esperanzas, sueños, fantasías, hipótesis y teorías. Parece que nuestras teorías cambian el mundo hasta cuando son erróneas. De donde resulta que el determinismo es, sencillamente, un error. Así que si el indeterminismo y el libre albedrío han pasado a ser parte de las ciencias físicas y biológicas, también podrán adquirir naturaleza digital.