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Un pueblo vizcaíno brindó 100.000 pesetas por tener niños y espera que nazcan siete

El éxodo de la población mueve al alcalde de Murueta a apoyar natalidad y vivienda

Murueta tiene sólo 200 habitantes. En el transcurso de este siglo perdió otro tanto de su población. En noviembre de 1995, el alcalde de este pueblo decidió ofrecer 100.000 pesetas para los padres que se decidieran a tener un hijo y quedarse en el lugar contrarrestando el envejecimiento de la población. Ha iniciado, además, la construcción de viviendas sociales, dado que el terreno es muy caro en la zona. El resultado no se ha hecho esperar, aunque muchos sugieren que es fruto del azar. Siete nuevos retoños -hay tres gemelos- Poblarán próximamente las calles de Murueta.

, Un octavo niño ha recibido ya la recompensa, pero lo cierto es que su madre estaba embarazada cuando el alcalde lanzó esta original campaña.A cinco kilómetros de Gernika, en el corazón de la reserva natural de Urdaibai, Murueta está enclavado en un paraje bellísimo, de gran riqueza ecológica y buenas comunicaciones con la comarca, pero la carencia de viviendas y servicios hace difícil que los jóvenes puedan quedarse allí. El Ayuntamiento ha empezado por premiar los nacimientos y ha seguido con la compra de terrenos para construir viviendas sociales. Por el momento, un niño ha recibido la subvención y 55 personas engrosan la lista de interesados en adquirir las viviendas. "Las 100.000 pesetas no son un premio a la natalidad", explica el alcalde de Murueta, Javier Ondarza. "Es una iniciativa que forma parte de un proyecto de revitalización integral. Si no hay gente joven falta la fuerza para seguir adelante".

A principios de siglo había empadronadas en Murueta 442 personas, que vivían en caseríos dispersos en la ondulada orilla de la ría de Gernika. El paisaje apenas ha cambiado. Más de la cuarta parte de los vecinos superan los 60 años de edad y sólo nueve niños son menores de 10. El tren dejó de parar en el pueblo, la escuela se cerró y la iglesia ya no tiene párroco. Las casas vacías se deterioran y las explotaciones agrarias, todas en manos de personas mayores de 40 años, van quedando desfasadas.

Ante este panorama la candidatura independiente que ganó las últimas elecciones municipales atacó la regresión. Y empezaron por aprobar la subvención a la natalidad, 100.000 pesetas por cada niño empadronado. "Tratábamos de mentalizar a los vecinos sobre la necesidad de hacer algo para dar vida a Murueta", dice el -alcalde. "La subvención ha concienciado al pueblo de los problemas que ocasiona la falta de relevo generacional".

Niño subvencionado

Paul Hormaetxea, el único niño que se ha beneficiado por ahora de la subvención, ya tiene nueve meses. En su caso, el dinero no influyó. Su madre, Mari Nieves Bilbao, ya estaba embarazada cuando el Ayuntamiento aprobó la concesión de las 100.000 pesetas y la familia sigue viviendo en el mismo caserío, propiedad de los abuelos. "El problema en Murueta es la vivienda, no la ayuda económica para tener niños", recalca Mari Nieves. "Las 100.000 pesetas no cambian nada". El dinero de Paul espera destino en la libreta de ahorro que su madre abrió el mismo día que recibió el cheque.

El plan de revitalización sigue. El Ayuntamiento ya ha comprado 10.000 metros cuadrados para construir 12 viviendas sociales que formarán un pequeño casco urbano alrededor de la iglesia. "Trataremos de respetar la estética local con la edificación de viviendas bifamiliares, y dotarlas de servicios", señala el alcalde. Más de 50 personas, 15 de ellas directamente vinculadas a Murueta, aspiran a comprar las viviendas, que no costarán más de 14 millones de pesetas. La protección de la reserva natural de Urdaibai complica aún más la escasez de viviendas, al restringir el uso del suelo. Este año Murueta espera el nacimiento de siete niños. El crecimiento geométrico de la natalidad se debe más al azar que a las 100.000 pesetas que concede el Ayuntamiento. Tres embarazos de gemelos han engordado la estadística de golpe y han obligado al Ayuntamiento a reservar la partida correspondiente en el presupuesto municipal, que apenas supera los 24 millones de pesetas. "Nadie trae hijos al mundo por dinero", concluye el alcalde. "Si piensan así, ya espabilarán cuando los tengan".La iniciativa de Murueta no es única. Peñolite, en Jaén, ha ofrecido 200.000 pesetas por nacimiento, informa . Peñolite está en el entomo del parque de Cazorla, Segura y Las Villas. Como en Murueta, la oferta incluye suelo barato. Hace 30 años, el pueblo tenía 1.000 habitantes. Ahora sólo 311.Más información en Domingo

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