_
_
_
_

La situación de derechos humanos en Cuba ha empeorado, según EE UU

"Cuba sigue siendo un anacronismo totalitario en el que, en 1996, se deterioró la situación de derechos humanos y empeoró la supresión de la disidencia", según el informe anual de Derechos Humanos del Departamento de Estado. Éste recuerda la persecución del Concilio Cubano; el derribo de "dos aviones civiles norteamericanos en espacio aéreo internacional"; las "numerosas" informaciones de muertos por uso excesivo de fuerza de la policía, y una larga lista en la que se añade que las autoridades cubanas "acosan, amenazan, detienen arbitrariamente, encarcelan, difaman y atacan físicamente de forma rutinaria" a los miembros de asociaciones de derechos humanos y de profesionales con el objetivo de que abandonen el. país. Hay dos menciones positivas: el aumento de la libertad religiosa -"sin que se haya eliminado -"la persecución"- y el hecho de que "muchos negros se han beneficiado de los cambios sociales de la revolución, aunque ha habido informaciones del excesivo acoso policial contra jóvenes negros".Desde La Habana, el Gobierno cubano respondió que al citado informe "hay que darle la importancia que tiene, es decir, cero". Miguel Alfonso, portavoz de Exteriores de Cuba, declaró: "Es un documento que se fabrica sobre las percepciones de Washington y siempre falta un capítulo: el correspondiente a EE UU".

A pesar del descrédito del totalitarismo tras el fin de la guerra fría, según EE UU "parece haber más conflictos y abusos de los derechos humanos en el mundo que nunca". En este turbulento horizonte, el Departamento de Estado cita "los terribles conflictos étnicos y religiosos explotados por cínicos dirigentes, los movimientos de refugiados y la persistencia de autoritarismo en demasiados países". Para la secretaria de Estado, Margaret Albright, "los derechos humanos serán un elemento clave en la política exterior de EE UU".

China, a pesar del pragmatismo económico, siguió incurriendo en 1996 en "numerosas y bien documentadas violaciones de derechos humanos". "Toda disidencia pública contra el partido y el Gobierno ha sido eficazmente silenciada por la intimidación, el exilio o la cárcel: no hay disidentes en activo". Entre los abusos de derechos humanos se cita la tortura, el mal trato de los presos, las confesiones forzadas y las detenciones arbitrarias.

En Rusia la situación es ambivalente: las instituciones democráticas se van afianzando, pero la justicia es muy lenta, con una "abundante manipulación política de los jueces por parte de las autoridades", y han empeorado las condiciones de las cárceles. Los periodistas que cubren asuntos problemáticos sufren presiones" violencia física e incluso la muerte, mientras que el Gobierno evade su responsabilidad en la investigación de estos casos. Lo mejor del año es la retirada de las fuerzas rusas de Chechenia.

Insensibilidad teutónica

El Departamento de Estado interviene en la polémica entre la Iglesia de la Cienciología y Alemania y critica al Gobierno de Bonn por las trabas a esta secta. El informe menciona discriminaciones de sus afiliados en Alemania, aunque señala que en 1996 ha habido "algunos desarrollos positivos". Esta doctrina, fundada en los años cincuenta por el escritor norteamericano de ciencia-ficción Ron Hubbard, ha acusado al Gobierno alemán de "responder con arrogancia e insensibilidad teutónicas" al informe, comparando su reacción a "la respuesta nazi a las críticas de EE UU en los años treinta por la persecución de los judíos", comunicado que Bernd Protzner, secretario general del gobernante CSU, calificó ayer de "la más despreciable clase de propaganda ofensiva".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_