La Cruz Roja se retira de la 'crisis de los rehenes'
ENVIADO ESPECIAL, En protesta por las provocaciones de la policía peruana, dos de cuyos vehículos circularon ayer amenazadoramente por delante de la residencia del embajador japonés tomada por el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) suspendió, provisionalnente, su misión humanitaria en la crisis de los rehenes. El CICR acusa al Gobierno de violar las reglas de seguridad.
Michel Minnig, representante del organismo humanitario en Perú, ha pedido al Ejecutivo que respete los acuerdos suscritos para preservar la vida de los rehenes. En principio la medida supuso que los 73 rehenes se quedaron sin almorzar, pero horas más tarde se reanudó el suministro de agua y alimentos mientras el ministro peruano de Educación, Domingo Palermo, se reunía con dos delegados del CICR para intentar fijar un punto de acuerdo sobre el límite de sus respectivas actividades.
El jueves, y de acuerdo con el Gobierno, varios funcionarios de la Cruz Roja marcaron con rayas de pintura roja en el suelo los accesos que no pueden ser traspasados por la policía, desplegada en el lugar con equipos de combate y dos blindados de transporte de tropas. Estas marcas fueron repetidamente violadas por los policías.
Durante tres días consecutivos helicópteros policiales habían sobrevolado a baja altura la residencia, los agentes tiraron palos y piedras contra el recitno,avanzaron amenazadoramente y trataron de amedrentar con aparatosos cambios de guardia. En la maniobra que agotó la paciencia de la Cruz Roja, la policía desalojó ayer a los periodistas de guardia en la entrada de una calle y avanzó por ella con las dos tanquetas.
Los dos vehículos pesados, con una ametralladora en la popa, cruzaron frente a la fachada de la residencia. En su interior, los integrantes del comando respondieron con gritos y cánticos revolucionarios.
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