La fábrica que sufrió el escape de gas almacena ilegalmente un producto corrosivo

La Dirección General de Industria ha abierto expediente sancionador a la fábrica Algry, donde el 13 de enero se produjo el escape químico que obligó a desalojar la colonia de Valdebebas, por almacenar ilegalmente trimetilamina, según informó a EL PAÍS José Antonio González, portavoz de dicho organismo. Esta sustancia, peligrosa por su combustibilidad, se mezcló el día del escape con el ácido clorhídrico y formó una nube de clorhidrato de trimetilamina. Unas 60 personas fueron atendidas por los servicios sanitarios.Los técnicos autonómicos que llevan el caso desconocían ayer la cantidad exacta de trimetilamina que guarda Algry, aunque indicaron que supera los 1.000 litros y que se trata de uno de los principales productos de la fábrica. Este periódico trató ayer, sin éxito, de recabar la versión de la empresa.

El descubrimiento de que Algry, dedicada a la fabricación de aditivos para piensos, incumplía el Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos llegó después del accidente. Los técnicos encargados del caso advirtieron que, pese a que el almacenamiento de trimetilamina existía, no estaba inscrito en el preceptivo registro de la Dirección General de Industria, dependiente de la Comunidad de Madrid.

Este hecho ha sido calificado de sorprendente por los técnicos, especialmente porque los otros productos almacenados por Algry -como el ácido clorhídrico- sí que están registrados. Aunque el peligro de la trimetilamina procede de su combustibilidad, y no de su toxicidad, el supuesto incumplimiento de la normativa supone, según las citadas fuentes, un presunto quebrantamiento en la seguridad de la industria.

De hecho, la legalización de un almacenamiento pasa por un riguroso proceso de inspección. Para ello, la empresa ha de obtener dos certificados oficiales, uno realizado por un ingeniero y otro por una entidad inspectora autorizada por la Comunidad y el Ministerio de Industria. Ambos informes son visados separadamente por el Colegio Oficial de Ingenieros. Esta documentación es enviada posteriormente a la Dirección General de Industria, que, tras su revisión, inscribe el almacenamiento en su registro. Cada cinco años se renueva el proceso.

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Retraso peligroso