El 15% de enfermos operados en España contrae alguna infección en el quirófano
Los cirujanos se proponen rebajar el porcentaje hasta el 6% de otros países
Entrar en un quirófano arrastra el plus de poder salir con una infección. En España, a un 15% de los enfermos operados le ataca los gérmenes, frente a la tasa de Estados Unidos que está en menos de la mitad. Las intervenciones con más riesgo de infección quirúrgica -colo-rectales- tienen la recompensa de una tasa más baja de mortandad, mientras que las operaciones que mejor sortean la infección -cardiovasculares- tienen mayor peligrosidad. La Asociación Española de Cirujanos presentó ayer un plan para tratar de rebajar este porcentaje.
"Las infecciones quirúrgicas son inevitables. En cuanto abrimos una víscera hay gérmenes moviéndose en el aire, además de los endógenos del paciente", advierte Miguel Caínzos, cirujano del Hospital General de Galicia y director de este plan bautizado como Plancir (Plan Nacional para el Control de las Infecciones Quirúrgicas). A pesar de que España presenta tasas similares a las europeas, los cirujanos no se resignan a operar con índices de infección quirúrgicas de un 15%. Y dirigen la mirada hacia sus colegas estadounidenses que operan con un riesgo infeccioso del 6%.Las patologías que se defienden peor de una infección, en el quirófano, son las del aparato, digestivo, -con un 15% de riesgo-, en especial, las colo-rectales, por ser una zona poblada de gérmenes, y que pueden llegar a una mortalidad de hasta un 3%. Las cifras se invierten en operaciones cardiovasculares. Al ser el corazón una víscera "limpia", el riesgo de infección es bajo, entre un 1 y un 3%. Pero cuando el germen le atrapa, la mortalidad se dispara hasta un 30%.
Autocrítica
A la hora de repartir culpas, los cirujanos no esconden la mano. "Los responsables de que la herida se infecte son los gérmenes pero de que no lleguen al campo operatorio somos nosotros", dijo Caínzos. Además de apelar a la conciencia de estos profesionales, insistió en la importancia de la técnica quirúrgica y sentenció: "El que opera bien tendrá menos infecciones". Hay otros factores atractivos para las bacterias: la obesidad "porque la grasa tiene muy poca capacidad de luchar contra la infección"; la diabetes; un sistema inmunológico débil o previamente deprimido por los médicos para un trasplante; desnutrición; operaciones de larga duración, o las muy cruentas en las que se destruye mucho tejido, como ocurre en los grandes injertos. a quemados; e insertar cuerpos extraños, como marcapasos o prótesis.Un experto cardiovascular no desdeña otros factores clásicos: falta de higiene en el quirófano, el trasiego de visitas en los hospitales que dejan gérmenes y hacinamiento dé camas en los pasillos. Y entre las medidas preventivas cita algo tan simple como evitar visitas, mejorar la lavandería, limpiar bien al paciente y, sobretodo, cambiar de guantes a menudo. "Elegir un guante quirúrgico es muy importante. Se pinchan con más frecuencia de la que se sospechaba; hasta un 60% de las veces". En la prevención queda un cálculo pendiente: el tipo de intervenciones necesitan profilaxis antibiótica.
La gestión también interesa a los cirujanos. El coste de una cama de hospital es de 40.000 pesetas diarias. Una infección media de diez días supone, por tanto, alrededor de medio millón de pesetas adicionales. Sin olvidar su repercusión en las listas de espera, porque el paciente infectado ocupa, la cama de otros que aguardan a operarse .Si se cumple el deseo de los cirujanos de reducir las infecciones a un 5%-6%, unos 5.000 pacientes más podrían ser operados al año en España y el sistema sanitario se ahorraría 2.000 millones anuales. A lo que se añade un coste intangible: dolor del enfermo, aislamiento y baja laboral.
El plan presentado ayer pretende ganar la batalla a uno de los mayores problemas que se gestan en la mesa de operaciones. Con una novedad que complica la cirugía de los años 90: cada vez los pacientes tienen mayor edad -una media de 70 años- y menos defensas. En el Plancir están implicados el Comité Nacional de Infección Quirúrgica y la Asociación Española de Cirujanos, al que se, suma un comité de expertos internacionales y especialistas de otras áreas médicas. "La infección en cirugía es una cadena de múltiples eslabones", opina Caínzo. El apoyo económico corre a cargo del Ministerio de Sanidad y Consumo. Afecta a las 17 comunidades autónomas y participan 75 hospitales de los cuales 57 son de la Seguridad Social.
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