El Festival Atlántica 97 convoca a nueve grupos de tres continentes

El Festival de Música Étnica Atlántica 97 abrió la noche del viernes en la Playa del Inglés, en Gran Canaria, la temporada anual de conciertos al aire libre en el archipiélago, con la actuación del gaitero gallego Carlos Núñez. Un público heterogéneo acudió a la tercera edición de este encuentro tricontinental, que convocó a nueve grupos de Europa, África y América y, en su primera, noche, a más de 30.000 personas.

El rey de la rumba africana fue el primero en subir al escenario de 300 metros cuadrados ubicado en plena playa. Al ritmo cálido de Papa Wemba, siguió la actuación de Carlos Núñez, que realizó un recorrido por lo más vanguardista de la música celta, poniendo de manifiesto las posibilidades de expresión de los instrumentos tradicionales para innovar. El músico gallego demostró incorporó en esta ocasión los coros de la Casa de Galicia de Las Palmas y la colaboración de José Antonio Ramos, un virtuoso del timple, instrumento de cuerda típico de las islas.El rock de Miguel Ríos contentó a sus seguidores de varias generaciones con un repertorio variado que incluía temas de distintas épocas y seis canciones de su último disco, Como si fuera la primera vez. El grupo californiano de música reggae Big Mountain cerró el cartel del último día. La noche de ayer comenzó con la aporta ción canaria al festival con la actuación conjunta de José Antonio Ramos, Benito Cabrera y sus grupos, y contó con la participación de las dos bandas más esperadas del macroconcierto: Lokua Kanza y Suede. Tras acompañar a la guitarra a casi todos los grandes intérpretes de África, el zaireño Lokua Kanza ofreció parte de su re pertorio como solista, mezcla de los ritmos tradicionales de su continente, del pop, el soul, el jazz: e. incluso la música clásica. Tras él actuó el cuarteto granadino de pop Los Planetas y los máximos exponentes de esta música en Gran Bretaña, Suede. La última jornada musical acabó con la salsa de uno de los mejores grupos del Caribe, La Charanga Habanera, que contribuyó a elevar aún más la temperatura de la noche.