El MRTA libera a un jefe de lucha antiterrorista de la policía peruana por su estado de salud
Una hora después de que el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) liberase al comandante Luis Valencia, jefe de una unidad especial del mando antiterrorista de la policía, el Gobierno peruano anunció que Canadá ha aceptado que su embajador en Lima forme parte de la Comisión de Garantes que deberá abordar una solución pacífica de la crisis de los rehenes, cuya feliz conclusión no se adivina de momento. Domingo Palermo, ministro de Educación y mediador oficial, enfatizó que el Estado no va a liberar a los presos del MRTA.
ENVIADO ESPECIAL, Ésta es la exigencia fundamental del comando atrincherado con 73 rehenes en la residencia del embajador japonés en la capital pe ruana. Según Palermo, u a vez quede formada la comisión, las reuniones tendrían lugar en un inmueble cercano a la residencia, y la salida de Néstor Cerpa Car tolini, Comandante Evaristo, se efectuaría en un vehículo de la Cruz Roja Internacional "que reúna las condiciones de seguridad necesarias". Por su parte, el comandante Valencia era libera do debido a que su delicado esta do de salud requería cuidados imposibles de recibir en el cautiverio.De prestarse atención a las lecturas más pesimistas de la crisis de los rehenes, el Gobierno de Alberto Fujimori ha decidido tensar la cuerda a sabiendas de que puede enfadar a Néstor Cerpa Cartolini, jefe del comando del Movimiento Revolucionario Tu pac Amaru (MRTA) que hace 32 días asaltó la residencia diplomática.
El rechazo de la propuesta del MRTA de incluir a Guatemala en la Comisión de Garantes, el silencio sobre la participación de un país europeo, la suspensión e todas las visitas a los penales, el desalojo policial de las cadenas de televisión nacionales permanentemente apostadas en una azotea que domina la residencia tomada, y la insistencia en no liberar a los presos ha distanciado al presidente Fujimori del Comandante Evaristo.
Palermo, durante la breve alocución de ayer, precisó que los miembros de la eventual Comisión de Garantes no serán ni interlocutores, ni parte de las conversaciones. "La comisión tendrá dos roles principales: garantizar que se busque una salida pacífica para los rehenes y captores y actuar como testigos de los acuerdos que se logren, y brindar las facilidades para su cumplimiento".
Contrariamemte a las intenciones de Cerpa, para el Gobierno los objetivos de estas conversaciones "no contemplan la liberación de los presos, sino, fundamentalmente, la eventual salida, con el debido sustento legal, de los captores, y la liberación de todos los rehenes, con el total respeto de la integridad física de cada uno de ellos".
Paralelamente a la crispación de los contactos entre el Gobierno y los secuestradores, se estrechó el cerco informativo sobre el comando terrorista y son mayores las limitaciones en el tráfico de personas por las calles adyacentes. Los periodistas locales de guardia en una de las dos azoteas con mayor acceso a los movimientos en el interior y recinto exterior del edificio asaltado obedecieron las instrucciones de la dirección de sus medios. Permanecieron en esas atalayas los retenes de las televisiones extranjeras, japonesas y estadounidenses, porque alquilaron pisos completos del edificio poco después del ataque del pasado 17 de diciembre.
Al ser imposible a veces la comunicación radial de la prensa y el MRTA, Cerpa Cartolini y un grupo de informadores encaramado en otra azotea cercana se entendieron a voz en cuello.
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