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Un millón de vecinos vive en zona de alerta por su cercanía a cinco industrias quimicas

Un millón de habitantes de la región vive, en muchos casos sin saberlo, en zonas de alerta. Se trata de áreas que han sido incluidas en los planes de seguridad exterior de cinco grandes industrias químicas debido al riesgo -de fuego, derrame o nube química- que para la población próxima a ellas entrañaría un accidente en sus instalaciones.Estas empresas son Aragonesas Agro, en Humanes (8.300 habitantes); Policastilla, en Pinto (25.000 habitantes); Compañía Logística Hidrocarburos (CLH), en San Fernando de Henares (29.000 habitantes), y dos factorías de Repsol Butano, en Pinto y San Fernando de Henares. El diseño del plan de emergencia y la demarcación de la correspondiente zona de alerta ha sido efectuada por la Dirección General de Protección Ciudadana. La elección de estas industrias responde al riesgo de accidente mayor que sobre ellas pesa por el tipo y volumen de material "tóxico, explosivo o peligroso" que emplean o almacenan.

La mayor zona de alerta, con un radio máximo de 18 kilómetros, corresponde a Aragonesas Agro, dedicada a la fabricación de herbicidas e insecticidas. Una catástrofe en esta industria pondría en estado de emergencia a Humanes, Móstoles (196.000 habitantes), Leganés (174.000), Fuenlabrada (160.000), Getafe (143.000), Alcorcón (142.000), Parla (69.000), Pinto (25.000), y Cubas de la Sagra (1. 100). En total, unos 900.000 vecinos. A esta cifra se suman los cerca de 125.000 vecinos del área máxima de alerta de Repsol Butano en San Fernando de Henares. En esta zona están incluidos, además de la citada localidad, Coslada (82.000) y Mejorada del Campo (14.000). El área de riesgo de las demás empresas ya está comprendida en las dos citadas.

Cualquier accidente en estas industrias ha de ser notificado al denominado Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi), dependiente de la Comunidad de Madrid. Este organismo avisa entonces al director general de Protección Ciudadana, quien, según la gravedad del incidente, activa o no el plan de emergencia exterior.

Este dispositivo incluye una zona de actuación, en el núcleo del accidente; otra de intervención, para apoyo logístico de bomberos, sanitarios y policías, y una última de alerta, cuya población sería avisada del riesgo e incluso, en caso de gran catástrofe, evacuada. La extensión de estas áreas depende de la gravedad del accidente. Así, en Aragonesas Agro, un incendio que devastase todas sus dependencias activaría la zona de alerta en un radio de 18 kilómetros; en cambio, si el fuego se propagase sólo en una dependencia, se reduciría a unos 2.500 metros, lo que dejaría fuera a los núcleos urbanos.

PASA A LA PÁGINA 3

Los ecologistas acusan a la Comunidad de no informar sobre los riesgos de las industrias

VIENE DE LA PÁGINA 1Las cinco grandes industrias están situadas en polígonos alejados de los núcleos urbanos. Este hecho no impide que muchos vecinos les tengan pánico. En este sentido, la ley obliga a las autoridades autonómicas a ofrecer información general tanto sobre el riesgo de accidente grave como sobre sus efectos en la población y el medio ambiente.

Las autoridades también están obligadas a difundir la forma en que se avisará a los vecinos y cómo estos habrán de actuar.

"Se está incumpliendo la obligación de informar a la población de las localidades comprendidas en el área de alerta. Los vecinos no saben el riesgo al que están expuestos ni cómo han de proceder en caso de accidente.

Posiblemente la Comunidad no quiera alarmar y prefiera ocultar información antes que afrontar las protestas de los vecinos.

Pero el resultado es que un vecino de Pinto no sabe qué es Aragonesas Agro ni el riesgo que para él entraña; de hecho, ni siquiera se hacen simulacros como los de las centrales nucleares", afirmó ayer el portavoz del grupo ecologista Aedenat José Luis García.

Para Aedenat, junto al problema de las grandes empresas figura el de cientos de industrias químicas menores que debido a la propia ley carecen de estas medidas de seguridad exterior y sólo incluyen planes interiores.

Éste es el caso de Algry, la fábrica de aditivos para piensos que el pasado lunes sufrió un escape químico que obligó a desalojar la colonia de Valdebebas (Fuencarral) y a cortar la N-1 y sus accesos durante más de dos horas.

"La solución pasa por ser más estrictos en la aplicación de la ley, sobre todo con aquellas industrias que están cerca de una zona urbana", apuntó Casado.

La Comunidad, según los últimos informes, no ha descubierto infracciones en las cinco grandes industrias con planes exteriores de emergencia. Estas son:

Aragonesas Agro. Situada en Humanes, en el polígono Valdonaire, a tres kilómetros del casco urbano de Fuenlabrada. La planta de envasado, de 39.000 metros cuadrados, se dedica a la fabricación de productos químicos, herbicidas e insecticidas líquidos y en polvo para la agricultura. El incendio es el principal riesgo de esta instalación. En caso de catátrofe -fuego en las cuatro dependencias fitosanitarías-, la alerta abarcaría un radio de 18 kilómetros. Ambientalmente, el mayor peligro sería el arrastre de productos al alcantarillado. Con todo, a juicio de Luis Pérez, director de seguridad, la nube que se desencadenaría por un hipotético accidente no pondría en peligro la salud: "En el peor de los casos provocaría picores e irritaciones".

Repsol Butano. Plantas de carga y almacenamiento de butano y propano ubicadas en el polígono Cobo Calleja, de Pinto, y en el polígono industrial San Fernando II. A la vista de los vecinos de Getafe y Pinto se almacenan 54.000 metros cúbicos de gas en gigantescas esferas conocidas como las "pelotas de fuego". Los habitantes de Getafe, Fuenlabrada y Pinto hablan con temor de los posibles efectos de una catástrofe. "Si eso estalla, esto será peor que Hiroshirna", dicen. La factoría de San Fernando está a apenas 2.000 metros de las primeras casas del municipio. Según el plan exterior, el butano y el propano de estas plantas presentan una toxicidad prácticamente nula. El radio máximo de alerta alcanzaría, en caso de catástrofe -incendio de una esfera de 6.000 metros cúbicos de butano-, los 3.970 metros.

Policastilla. Dedicada a la producción de espumas de poliuretano que se destinan a la industria de automoción y mobiliario. Las factoría está en el kilómetro 18 de la carretera de Andalucía, en Pinto. El área máxima de alerta alcanza 2.700 metros de radio. El director técnico, Emilio Cruz, asegura: "Estamos incluidos en el plan de riesgo porque las instalaciones pueden llegar a tener una capacidad de 100 toneladas de productos químicos". A parte de un incendio -contaminación ambiental por los vapores de diisocianato de tolueno-, esta empresa puede sufrir un derrame que afectaría al acuífero del Arroyo de los Padres.

CLH. Depósitos de Campsa, en el polígono industrial de San Fernando. Pueden llegar a almacenar 25.000 toneladas de gasolina. "Cuando miro esos depósitos me pongo a temblar", señaló un vecino que vive a 1.500 metros de la planta. En caso de incendio, no se prevé que se produzca contaminación grave si se controla el destino final del agua empleada contra el fuego y se evita que llegue al alcantarillado.

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