México salda por adelantado el préstamo recibido de EEUU tras su crisis financiera

Los presidentes de México y de Estados Unidos, Ernesto Zedillo y Bill Clinton, respectivamente, anunciaron ayer en paralelo que México saldará la totalidad de la deuda extraordinaria contraída con EE UU tras la crisis financiera de finales de 1994. El país azteca hará hoy un último pago de 3.500 millones de dólares del crédito de emergencia de 20.000 millones (2,6 billones de pesetas) decretado por Clinton en febrero de 1995. El Banco Central liquidará por anticipado otros 1.500 millones con el Fondo Monetario Internacional.

El presidente Clinton y su secretario del Tesoro, Robert Rubin, aseguraron que el hecho de que México pague a los estadounidenses tres años antes de lo previsto es una prueba de que su economía y sus finanzas han recuperado la salud."Hace dos años", dijo Clinton en una comparecencia televisada desde la Casa Blanca, "la ayuda que suministramos a un amigo y vecino en un momento de necesidad provocó bastante controversia. Algunos dijeron que no debíamos implicarnos, que México debía salir del agujero por sí mismo y que nunca nos devolvería el dinero prestado. Se equivocaron. Hoy, el pueblo estadounidense puede estar orgulloso de haber hecho por México lo necesario y lo necesario para EE UU".

Por su parte, el presidente Zedillo ratificó en Ciudad de México la etapa de consolidación de la economía del país, después de un "periodo de emergencia" generado por la crisis del 20 de diciembre de 1994. Entonces, lo que comenzó como un deslizamiento del 15% del valor del peso acabó en una devaluación mal hecha y peor anunciada, que provocó el pánico financiero y la huida masiva de capitales.

Plan de ajuste

México tuvo entonces que negociar un paquete financiero por un importe superior a los 50.000 millones de dólares para hacer frente a los vencimientos de la deuda, pública externa a corto plazo. De ellos, el Gobierno de Zedillo utilizó aproximadamente la mitad, siendo los mayores acreedores Estados Unidos y el FMI. Seis meses después, y con un estricto plan de ajuste en marcha, el país retornó a los mercados de capitales y pudo utilizar fuentes de financiación alternativas.México, según se informó en paralelo desde las capitales de los dos Estados, pagará hoy los 3.500 millones de dólares que aún debía de los 13.500 millones del Tesoro estadounidense utilizados para combatir la crisis financiera. Guillermo Ortiz, ministro mexicano de Finanzas, afirmó que su país también va a liquidar 1.500 millones de dólares de su deuda con el FMI, con lo que seguirá debiendo a ese organismo unos 10.500 millones de dólares.

"Cuando en 1995 mi Gobierno puso en marcha un apoyo de urgencia a México", dijo Clinton, "ese país estaba en crisis. Hoy, Estados Unidos ha sido reembolsado más de tres años antes de lo establecido; hemos ganado más de 500 millones de dólares gracias a nuestro préstamo; nuestras exportaciones a México son las más elevadas de todos los tiempos, y la economía mexicana está de nuevo en marcha". Clinton recordó su tesis de 1995 -"la crisis financiera de México es también un problema de EE UU"- y añadió que el préstamo ha permitido al país vecino "salir por si mismo de la crisis y recuperar por sí mismo la salud económica y financiera". Clinton subrayó que continuará apoyando las reformas en México, y reiteró que visitará ese país "muy pronto".

La liquidación de estos 5.000 millones de dólares, insistió el secretario mexicano de Hacienda, Guillermo Ortiz, se hace a partir de las emisiones del Gobierno a largo plazo, por lo que las reservas de divisas del país no se ven afectadas. La deuda externa de corto plazo, que representó en 1995 una tercera parte de la deuda total, supone actualmente una vigésima parte de los empréstitos. Con los pagos hechos ayer, México obtendrá un ahorro anual de 100 millones de dólares.

Ortiz afirmó ayer que la deuda pública, que llegó a equivaler a la totalidad del producto interior bruto (PIB), representa actualmente un 33% de la producción nacional.