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Miguel Hermoso explora la edad adolescente en 'Como un relámpago'

Eloy Azorín actúa junto a Santiago Ramos

Pablo es un espigado rubiales de 17 años, hijo de Sonia, una abogada de Madrid. A simple vista, lo tiene todo para ser feliz: una madre que lo adora, dinero, atractivo, inteligencia... Pero es desgraciado porque ignora quién es su padre. Con la búsqueda de éste arranca Como un relámpago, un filme donde Miguel Hermoso aborda la edad de la adolescencia, con sus inseguridades e incertidumbres. En el reparto, Santiago Ramos -propuesto para el Goya por su trabajo-, Assumpta Serna y el joven Eloy Azorín, en el papel de Pablo.

Ayer, en Barcelona, en la presentación de la película -que se estrena esta semana en varias ciudades españolas-, Miguel Hermoso (Granada, 1944) contó que en Como un relámpago ha querido " explicar la necesidad que tenemos los seres humanos de apoyarnos los unos en los otros".Hermoso, que se introdujo en el mundo del cine en 1968, se ha prodigado poco en la realización de largometrajes. Como un relámpago es el cuarto que ha rodado, después de Truhanes (1983), Marbella (1985) y Loco veneno (1988). El resto de su producción cinematográfica está integrado principalmente por cortometrajes, anuncios publicitarios y series televisivas.

Hermoso tuvo la idea de hacer Como un relámpago, reveló, después de leer El primer hombre, el último libro de Albert Camus, quien nunca conoció a su padre. También le inspiró el haber conocido durante los años setenta a mujeres que quisieron tener hijos solas "en un gesto que significaba rebeldía". De modo que construyó la historia de uno de esos niños, Pablo, que emprende la búsqueda de su padre, y no sólo porque necesita conocer sus orígenes o añora la unidad familiar, "sino simplemente porque precisa a alguien con quien dialogar",- expuso el director. En su confusión, Pablo está convencido de que su padre será parecido a su madre. Es decir, guapo, rico y situado profesionalmente, y se encuentra con "un señor bajito, andaluz 'jugador, bebedor y bastante inculto", en palabras de Hermoso. El primer impulso del joven es rechazarlo, pero poco a poco irá descubriendo al interlocutor que necesitaba.

Hermoso ha elegido Las Palmas de Gran Canaria como lugar de encuentro entre el hijo y el padre. Ahí vive el padre, Rafael Torres -al que encarna Santiago Ramos-, un actor fracasado y mujeriego que trabaja en una emisora local. "Pensé que iba bien para la película que la historia se situara en un lugar fronterizo. Y Canarias es un mundo a caballo entre Suramérica y Europa. Se trata de una especie de alegoría de ir hasta el fin del mundo", justificó el director.

El realizador alabó el trabajo de sus tres protagonistas, pero destacó el de Ramos y lo calificó de "memorable y concienzudo".

En particular, por el esfuerzo que supuso para el actor salmantino conseguir el acento andaluz. También subrayó la identificación de Serna con su papel, el de la madre, Sonia Peña. "El personaje tiene mucho de Assumpta. Ella me habló de su ligazón con grupos de extrema izquierda en los años setenta en Barcelona y me confesó que entonces se había llegado a plantear el tener un hijo sola", relató Hermoso.

En su opinión, esta identificación es buena, porque es una manera de conseguir "el milagro cinematográfico", que resumió así: "Es la comunicación en la sala de proyección, a la que sólo se llega si los espectadores se creen a los personajes".

Sobre la elección de Eloy Azorín para interpretar a Pablo, Hermoso dijo que le había decidido "la inseguridad" que vio en él. Eso lo convenció de que podía representar a la juventud actual.

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