Dirigentes del PSOE mantienen en Cuba contactos al más alto nivel

, Tras la reciente visita privada a Cuba de Narcís Serra, invitado por Gabriel García Márquez, en la que mantuvo un encuentro con Fidel Castro, Alfonso Guerra, número dos del PSOE, ha viajado a La Habana, también en visita de carácter privado, para entrevistarse con el presidente cubano. La visita de ambos dirigentes socialistas tiene, sin embargo, un carácter distinto, según un portavoz oficial del PSOE. Mientras la primera fue un encuentro en el marco de una invitación personal de García Márquéz, la segunda es un intento de "razonar en privado al más alto nivel" con los dirigentes cubanos.

A la visitas de estos dos dirigentes socialista seguirá en breve la visita oficial de Joan Raventós, presidente del Parlamento de Cataluña, al frente de una delegación de la Cámara autonómica, y de Luis Yánez, portavoz del PSOE para asuntos internacionales.Este desfile de dirigentes socialistas a la isla se produce en un momento delicado de las relaciones diplomáticas de Madrid y La Habana, tras el giro iniciado por el Gobierno de José María Aznar. La crisis, que cristalizó en la retirada del plácet al embajador español en La Habana, José Coderch, obligó al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, a aplazar un viaje oficial a Cuba previsto para finales de año. Fuentes socialistas indicaron que este viaje podría realizarse la próxima primavera.

Las visitas a Cuba de los dirigentes socialistas provocaron una reacción airada en fuentes de la Secretaría de Estado para Iberomérica y en el Partido Popular, que no ocultaron su irritación y las llegaron a calificar como una "falta de lealtad". José María Robles Fraga, portavoz popular para asuntos internacionales, dijo que le parecían "sorprendentes y extrañas" estas visitas que intentan poner en pie una "diplomacia paralela". Robles Fraga recordó que la Unión Europea había recomendado un "diálogo crítico con Cuba siempre que se produjeran avances en la situación de los derechos humanos", cosa que, en su opinión, no se había producido.

Narcis Serra mantuvo informado de su visita al ministerio de Asuntos Exteriores y habló posteriormente de su encuentro con Castro con el ministro, Abel Matutes. Según fuentes diplomáticas, Castro transmitió a Serra su voluntad de recomponer las relaciones con España, sin ocultar su malestar por el trato recibido por el presidente Aznar durante la cumbre iberoamericana de Santiago de Chile. Castro, según esa versión, espera que España mueva ficha y haga un gesto de distensión como el nombramiento de un nuevo embajador en La Habana. En medios diplomáticos se considera que esto último no ocurrirá antes de tres o cuatro meses y que cuando ocurra tampoco implicará un cambio en la actitud del Gobierno de Aznar hacia el régimen de Castro.

Las relaciones con Cuba se han convertido en el principal punto de divergencia entre socialistas y populares en asunto de política internacional.

Los dirigentes populares reprochan también la visita que realizó el dirigente socialista José Borrell a Cuba el pasado mes de noviembre, donde le sorprendió la crisis diplomática entre los dos países. A parte de estás visitas de dirigentes socialistas, destacados miembros de Izquierda Unida han viajado a La Habana para expresar su apoyo al régimen de Castro.