"Esto debe tener un final político"
ENVIADO ESPECIAL "Un conflicto interno nunca tiene un final exclusivamente militar", sostiene el diputado de la Izquierda Unida peruana Javier Díez Canseco, uno de los rehenes liberados por el comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) atrincherado desde el 17 de diciembre en la residencia del embajador japonés en Lima. "Siempre tiene un final político y esto es lo que no ha estado en la agenda de este Gobierno: darle un final político a un conflicto interno donde ha logrado victorias militares muy importantes", dice a este diario. Díez conoce a Néstor Cerpa Cartolini, jefe del comando del MRTA, desde los años en que éste era secretario general del sindicato textil de la empresa Cromotex. "De alguna manera, Cerpa es un ajedrecista autodidacta", piensa el parlamentario, 48 años, uno de los promotores del manifiesto opositor publicado el miércoles para lograr una paz duradera.
El congresista, que conversó frecuentemente con el ministro de Relaciones Exteriores, Francisco Tudela, aún rehén, reclama el nombramiento de un verdadero mediador, una comisión de garantes y "realismo en las salidas por ambas partes".
Díez Canseco reconoce que el MRTA "son pocos y están golpeados, pero lo que pasa es que uno no negocia la política de paz por número: la política no son simplemente matemáticas".
Javier Díez recuerda el día del asalto: "Cuando veo que quien dirige el comando es Néstor Cerpa, me doy cuenta de que estamos ante un comando que tiene autonomía de acción, y decisión". "Me doy cuenta", prosigue, "que es una operación totalmente en serio porque nadie se mete en la boca del lobo para no salir o con el lobo o con algunos pelos del lobo. La serenidad de Cerpa, que yo siento desde el primer momento, es una serenidad casi cachosa, o sea como burlona". Cuerpo a tierra los más de 400 rehenes, Cerpa, 43 años, con su esposa en la cárcel, se pasea entre ellos con comentarios: 'Ah, mira, tenemos a alguien de la Corte Suprema', 'Mmm, aquí está Cambio 90 [partido del Gobierno]'. Pasa al lado mío y dice: "También está Izquierda Unida".
Pregunta. ¿Cómo es Nestor Cerpa Cartolini?Respuesta. Es un hombre sereno, no viene de una formación ideológica tradicional, o cuadriculada, no militó en el partido comunista, o maoísmo. Probablemente es un personaje pragmático. Nunca ha estado preso y es muy meticuloso en la preparación de las cosas. En algún sentido es un ajedrecista autodidacta, pero creo a su vez que es una persona emocionalmente muy comprometida con los presos.P. ¿Por qué?R. Por múltiples razones. No sólo por los líderes que están encarcelados y las condiciones en que están, sino porque su mujer también está en la cárcel de Yanamayo.P. ¿Eso indica que irá hasta el final para sacarles?
R. Esto lo hemos discutido mucho. Conversé mucho con [el ministro de Exteriores] Tudela sobre el asunto. Y les comentabamos a ellos que si tu arrinconas a alguien y no le das salida, la única salida que tiene es salir golpeando. ¿Qué pretenden? ¿qué el Gobierno salga con las manos en alto? No pueden. No están en condiciones como organización, ni tienen el peso política y militar, ni el apoyo social.P. ¿Entonces?R. Todo nuestro esfuerzo estaba dirigido a convencerles de que la liberación de los presos no iba a caminar. Y que la única manera de caminar era planteándolo como un diálogo y un procedimiento por el que al final el MRTA se desarmara.P. ¿Saldrían así de la embajada?R. Ese no es su objetivo.P. ¿Qué es posible?R. Que una comisión de garantes, como la que propuso Fujimori, se encargue no sólo de la salida de los rehenes sino de dar viabilidad a las conversaciones hacia adelante. Y que en esa comisión el tema carcelario fuera objeto de una acuerdo.
P. ¿Están influyendo las Fuerzas Armadas en esta crisis?
R. Las Fuerzas Armadas cogobiernan en Perú.
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