Dos soldados franceses, muertos por militares rebeldes en Centroáfrica

Dos soldados franceses y al menos un civil perdieron la vida ayer durante los gravísimos enfrentamientos ocurridos en Bangui, capital de la República Centroafricana, una antigua colonia francesa rica en diamantes. Las tropas enviadas en mayo por París, unos 2.000 soldados, se enfrentaron a tiros con un grupo de militares amotinados que demandan por la fuerza la dimisión del presidente Ange-Félíx Patassé, apoyado por el Elíseo.

"Francia... no tolerará este tipo de ataques contra sus soldados, que están trabajando por la paz y la democracia", se aseguraba ayer en un comunicado del Ministerio de Defensa en París. Francia tiene estacionados en esa república, una de las más pobres de África pese a sus minas, unos 2.000 soldados. La mayor parte de éstos llegó en mayo para hacer frente a una rebelión de 800 soldados, uno de los tres amotinamientos ocurridos durante 1996 que han causado centenares de muertos y de los que el último sigue sin resolverse.Según relatan varios testigos, los incidentes comenzaron durante la noche del viernes, cuando un gran grupo de manifestantes apedreó dos posiciones militares francesas. Los legionarios respondieron con contundencia. El centro de Bangui amaneció ayer repleto de carros de combate y acorazados. Los soldados lanzaron gases lacrimógeneos, pelotas de goma y efectuaron disparos al aire. Varios helicópteros artillados sobrevolaron el área. Del barrio de La Kuanga, donde se hallan parapetados desde hace semanas los nuevos amotinados, partieron varias unidades para defender a los manifestantes. Los rebeldes dispararon granadas de mortero contra las tropas francesas, a las que acusan de injerencia en los asuntos internos del país.

Problema con los salarios

Esta rebelión militar comenzó, como la de abril, por un problema en el pago de los salarios, pero con el paso de los días se fue complicando. Los rebeldes exigen ahora la dimisión del presidente Patassé, elegido en 1993 en los primeros comicios multipartidistas de la historia del país. Patassé, apoyado por París, se ha negado a discutir su salida del cargo. Pese a ello, en su discurso de Año Nuevo propuso una amnistía a los rebeldes y una serie de reformas políticas con 'el fin de obtener una salida pacífica a la crisis. Éstos rechazaron cualquier compromiso.

La República Centroafricana se independizó de Francia en 1962. Jean-Bédel Bokassa tomó el poder cuatro años más tarde en un golpe de Estado. Bokassa, quien se autoproclamó emperador, gobernó con puño de hierro hasta 1979, cuando fue depuesto. Los problemas de Patassé comenzaron al final de 1993, cuando decidió investigar. el Gobierno de su predecesor, él general golpista André Kolingba, quien fue expulsado del Ejército.. La grave situación económica y la dependencia de Francia han terminado por dinamitar la base de apoyo popular de Patassé.