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PATRIMONIO

El Conde Duque rehabilitará en dos años 4.500 metros cuadrados para actividades culturales

"El Cuartel del Conde Duque es uno de los edificios más significativos del barroco madrileño y joya del patrimonio de esta villa". Estas palabras corresponden al arquitecto Julio Cano Lasso, fallecido el pasado día 7, quien se encargó del proyecto de rehabilitación con el que esta obra de Pedro Ribera debía convertirse en el centro cultural más importante de Madrid. En septiembre se daba el tercer empujón a estas obras, que comenzaron en 1981. Para 1998 se prevé rematar esa tercera fase, que habrá costado 1.000 millones, según el director, Álvaro Martínez-Novillo.

Los artistas de Madrid tendrán un gran protagonismo en la nueva zona. La nueva fase de las obras (que afecta al ala este, paralela a la. calle del Conde Duque con tres plantas de 1.500 metros cuadrados) se está realizando con la ayuda de un convenio firmado con la fundación Cajamadrid. Esta institución aporta 143 millones de pesetas (93 de ellos este año y 50 que desembolsarán el año que viene).Dicha cantidad se está dedicando a la fachada, estructura y cubierta del ala este y a la sala de exposiciones que habrá en la planta baja, en lo que antes fueron unas cuadras: serán 1.500 metros cuadrados dedicados a exposiciones de gran formato. En la segunda planta (otros 1.500 metros cuadrados) también habrá un espacio expositivo, reservado a obras de tamaño más reducido: grabada, fotografía o dibujo. En ambos casos, tendrán un gran protagonismo los artistas madrileños.

"Consideramos que la cantidad de artistas que trabajan en Madrid deben tener un sitio en el que estén representados. Entendemos que para el Ayuntamiento es casi una obligación apoyarles", declara Martínez-Novillo, pero añade que "tampoco se trata de excluir la obra que llegue de otras ciudades".

La segunda función del ala este será de apoyo del Museo Municipal. "En ese centro hay una gran colección de grabados que no se pueden exponer por falta de espacio. Pretendemos adscribir una parte de este espacio al Museo Municipal", adelanta Martínez-Novillo. Serán las obras de arte moderno y contemporáneo que se guardan en el antiguo hospicio las que irán a parar al Conde Duque. Su dirección pretende que las tres plantas de la zona en rehabilitación estén disponibles en el 98, cuando Madrid sea Capital Iberoamericana de la Cultura. Por eso, la dirección ha pensado dedicar la primera de las exposiciones a destacados artistas latinoamericanos.

La fase en marcha es la penúltima en la rehabilitación del Conde Duque. La transformación de este antiguo cuartel en un gran centro cultural tuvo que hacerse por etapas: el escaso presupuesto así lo requería. "Se iba por fases a medida que se ha podido", dice Martínez-Novillo. La ejecución de la primera fase de las obras comenzó en 1981. La segunda, en 1988.

En total, en estos momentos están rehabilitados 31.000 metros cuadrados de los 50.000 que tiene el edificio. Poco a poco, el Conde Duque ha ido albergando a la Biblioteca Municipal, la Biblioteca Histórica, la Hemeroteca Municipal, el Archivo de la Villa, la Biblioteca Musical, la Imprenta Artesanal y cuatro salas de exposiciones.

Bóvedas para pintores

La última de ellas, llamada Las Bóvedas, se inauguró el pasado 23 de septiembre con una exposición del pintor Manolo Rivera. Son 500 metros cuadrados situados en los sótanos de la fachada principal en los que la concejalía de cultura invirtió 15 millones de pesetas.La gran asignatura pendiente ahora es la zona sur, que permanece casi como estaba en sus tiempos de cuartel de caballería,, aunque los bajos de esta zona guarden el Centro Informático Municipal. También se acondicionaron los sótanos del patio central: es donde están los almacenes de la biblioteca y de la hemeroteca. Además, hasta ahora ocupaba una parte del patio central la empresa que gestionaba las multas.

"Afecta mucho la muerte de Cano Lasso, porque se había acomodado a un sistema de trabajo muy especial, una especie de acuerdo tácito con el Ayuntamiento para ir haciendo poco a poco y bien las obras", destaca el director del Conde Duque. "Hizo una intervención valiente: optó por igualar todo el conjunto y dejar el carácter de ruina".

El propio Cano Lasso lo explicaba así: "La restauración tiende a lograr toda la fuerza y belleza potencialmente existentes en el viejo edificio degradado. Los muros se revocan en un tono rojo acorde con el carácter militar, y las impostas y recercados de huecos se hacen en imitación de piedra berroqueña".

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