Rosario se siente "como una madre más" aunque haya tenido sextillizos
La madre de Huelva, recuperada "física y psíquicamente", abandona el hospital
Rosario Clavijo Pérez, de 31 años, la madre de los sextillizos, dijo ayer que se siento, "como una madre más, pero Dios ha querido que en mi caso, en vez de un niño, vivan seis". La mujer recibió ayer el alta médica del hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, porque se encuentra perfectament~ recuperada "física y psíquicamente" tras el alumbramiento por cesárea de los seis bebés el día 5 de diciembre. Rosario se dejó fotografiar por primera vez, junto a su marido, tras haber preservado celosamente su intimidad durante todo el embarazo, por decenas de reporteros llegados a Huelva desde toda España en una antesala del hospital.
Los vecinos de Bollullos Par del Condado, su pueblo, aclamaron a Rosario Clavijo Pérez, en medio de una expectación desbordante cuando llegó a casa, al grito de "Viva la madre más feliz de España".Rosario tiene los ojos claros, el cabello rizado y moreno y la voz dulce. En una antesala del hospital, la mujer, emocionada, respondió con entereza y seguridad a todo lo que le preguntaron los periodistas. Pero insistió en un mensaje de agradecimiento al personal del hospital Juan Ramón Jiménez "que ha conseguido que seis niños salgan bien". Los bebés deberán permanecer un mes más en las incubadoras.
Chari, con una blusa azul, aferrada al brazo de su marido, Miguel Ángel Raposo, reiteró que está "muy contenta y feliz" y calificó de "muy emocionante" la primera vez que vio a los críos: "Una no llega a terminar de creer que esas seis criaturas que están en las incubadoras sean todas mías, que hayan salido de mí. Todavía no lo concibo del todo. Los niños están tirando para adelante gracias al cuidado médico".
La mujer, mientras hablaba con los periodistas, recibió varios ramos de flores y otros regalos. La comparecencia de Chari fue seguida además, por decenas de Pacientes y de personal sanitario, puestos en pie, que la despidieron con una prolongada ovación. Antes de marchar del hospital, Rosario se fundió en un abrazo con la doctora María del Pino Martín Lizarán, la ginecóloga que le practicó la cesárea.
De momento, Chari prefiere no pensar en los problemas económicos que se le avecinan con los sextillizos. "Todavía no sé en qué consiste mi nueva situación, dependerá de cómo vaya viniendo todo lo que nos han prometido las administraciones y la gente que ha ofrecido su ayuda y colaboración. Lo pensaré cuando esté en casa. Nos han ofrecido de todo, pero sólo tenemos seguro los terrenos que nos ha dado el Ayuntamiento de Bollullos para que nos construyamos una casa en el pueblo. Lo demás está en el aire", indicó la mujer.
Muchas promesas
La Administración central se ha comprometido a proporcionar un trabajo estable a Miguel Angel Raposo, un albañil de Bollullos, y la Junta de Andalucía a construir una vivienda para la pareja y a subvencionar la alimentación y la guardería de los bebés.Rosario llegó a las 12.45 horas a Bollullos Par del Condado en un coche oficial del Servicio Andaluz de Salud de Huelva, feliz, sonriente y muy abrigada. Los vecinos le dedicaron frases como "Viva nuestra reina". Y ella respondió: "Estoy contentísima de estar aquí, con vosotros, después de tres meses".
Familiares y amigos fueron llegando a la modesta casa de dos plantas, en la calle San Isidro, donde Chari vive, desde que se casó, con sus suegros. Antonio Raposo, el abuelo de los sextillizos, emocionado, dijo: "Yo quisiera hablar de muchas cosas pero no me sale. No estoy acostumbrado a esto, a los ajetreos. Mi vida consiste en ir de mi casa al campo. Pero soy feliz".
Reencuentro con la hija
Chari cumplió lo que prometió en el hospital: "Cuando vea a mi otra hija, Miriam, de tres años, no le diré nada, sólo la besaré". La pequeña no podía visitar a su madre en el centro sanitario donde Chari residió dos meses, en reposo absoluto y bajo la atenta vigilancia médica, hasta que los médicos decidieron practicar la cesárea tras la muerte de un séptimo feto que ponía en peligro a otros dos. Rosario se asomó a un balcón de la vivienda, con Miriam en brazos, para saludar a todos, entre otra fuerte ovación.Por su parte, el director del Juan Ramón Jiménez, Manuel Alen, subrayó que "el hospital ha cumplido su misión". "Todos nosotros nos sentimos muy satisfechos de cómo han transcurrido las cosas. Agradecemos las felicitaciones que nos han dedicado las instituciones", dijo. Los sextillizos, -Ángel, Miguel, David, Andrés, Blanca y Belén-, que pesaron al nacer entre 1.400 y 765 gramos siguen "con su evolución favorable, bajo estricto control rnédico", según el último comunicado de los facultativos hecho público ayer.
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