¿Servicios públicos o privados?

Un grupo de profesores del colegio público Fuentesanta de Colmenar Viejo nos propusimos que nuestros alumnos de segundo de primaria conociesen los transportes públicos, y qué mejor cosa para ello que darles una vuelta en ellos. En consecuencia, proyectamos ir de Colmenar a Tres Cantos en los autobuses de la empresa Hermanos Colmenarejo, de Tres Cantos a Chamartín en Renfe y de Chamartín al Retiro en metro.Para no crear problemas a la empresa Hermanos Colmenarejo nos dirigimos a ella para avisarles del día y hora que íbamos a coger el autobús y sugerirles, puesto que llenábamos un autobús, que nos enviasen uno al colegio y montásemos allí. Se negaron a esto y nos comunicaron que cómo se nos ocurría llevar a 50 niños a montar en un servicio regular. Finalmente accedieron a tener un autobús para nosotros en la cabecera de parada, después de una actuación nada amable del encargado de la empresa.

Pues bien, llegado el día de la excursión y tras recorrer con nuestros 50 niños todas las calles del pueblo hasta la parada a la hora convenida, nos encontramos con que no está el autobús prometido y debemos montar en el que pase. Así lo hacemos y, como habíamos supuesto, llenamos el autobús, teniendo el resto de usuarios que ir de pie con las consiguientes protestas.

Todo esto contrasta con la atención que hemos recibido en Renfe, donde se nos ha hecho un precio especial, reservado un vagón y hemos sido tratados con exquisita cortesía. Asimismo, en el metro, la maquinista tuvo la amabilidad de bajarse para comprobar que todos habíamos entrado al vagón. Desde aquí nuestro agradecimiento.

En estos días de debate entre lo público y lo privado hemos tenido un claro ejemplo de que vale la pena defender el transporte público frente al privado.

Y para acabar, un deseo para el año que viene: ¡que llegue el tren a Colmenar!.- .