De primer plato, fútbol

La hostelería ha vuelto a levantar su dedo acusador contra el fútbol y la televisión. Un matrimonio al que atribuye sus males: unas pérdidas de 112.000 millones de pesetas en un sector con 800.000 empleos a causa del fútbol de los sábados. El último (Madrid-Barça) más de 11 millones de personas (la audiencia del partido se mide por hogares y no incluye bares y otros establecimientos públicos) eligieron no salir de casa entre las 20.30 y las 22.30.Alarmados de nuevo, representantes de los hosteleros, empresas de ocio y comercio se han reunido esta semana con parlamentarios del PP y CiU para solicitar una normativa que regule los horarios del fútbol los sábados, que les causan -dicen- pérdidas cercanas a los 112.000 millones de pesetas sólo en el sector de los restaurantes. Una cifra que desde la Federación Española de Hostelería se atribuye a una auditoría de la Consultora Pritur. Según ese informe, los 53.000 restaurantes que había en 1992 facturaron 1,4 billones de pesetas anuales y el 25% del total de caja la hicieron en sábado. El informe asegura que durante los nueve meses de Liga los sábados pierden un 40% de su facturación habitual.

"Igual que el comercio y los bares tienen un horario y otras limitaciones impuestas, y el cine está obligado a cumplir con unas cuotas de películas españolas, también queremos que el Parlamento ponga fronteras al fútbol televisado", explica Pedro Galindo, presidente de la Federación Española de Hostelería.

En su toma de contacto con diputados del PP y CiU, los representantes de la hostelería les entregaron un informe con las subvenciones y pérdidas de las televisiones públicas, que son las que retransmiten fútbol los sábados.

La intención de los sectores que se consideran afectados no es sólo un cambio de horario dentro del sábado. Actualmente las transmisiones se ofrecen a las 20.30, el peor horario para la hostelería y los espectáculos. Para Galindo, si se adelantara el horario "el comercio sería el gran perjudicado".

Para el presidente de la Federación de Hostelería el problema no radica "en casos como el del pasado sábado, que tuvo un efecto demoledor con el Madrid-Barça, sino en el hábito que se ha generado entre el público, acostumbrado a quedarse frente al televisor ese día".

Opinión muy diferente mantiene Enrique Laucirica, secretario general de la FORTA -el organismo que agrupa a las cadenas autonómicas y principal objeto de las críticas de los hosteleros- Laucirica recuerda que ya en 1994 se adelantó la emisión de los partidos de las 21.00 a las 20.30 horas y subraya que "en líneas generales, exceptuando los llamados partidos del siglo como el Madrid-Barça del pasado sábado, el consumo de televisión los sábados es el mismo, haya fútbol o no".

"El fútbol no es el problema; el problema es la televisión, que se ha convertido en la gran alternativa de ocio barato para la gente", añade Laucirica. El secretario general de la FORTA señala además que el bajón en el consumo en ciertos establecimientos puede explicarse por otras razones sociales, "como pueden ser el que la gente tenga que reducir sus gastos o que salga de la ciudad los fines de semana".

Enrique González Macho, exhibidor independiente y propietario de una cadena de cines de Madrid, reconoce que el fútbol de los sábados "indudablemente perjudica" su negocio -"un Madrid-Barça puede suponer una bajada del 70% en la recaudación"- y ve "absurdo" que no se busquen fórmulas para modificar los horarios.

Pero para González Macho la gran pregunta es: "Cuando todas las televisiones se arruinen por culpa del fútbol ¿quién pagará la factura? ¿Todos con nuestros impuestos o los dueños de las cadenas con su patrirnonio?"