Afganistán
Como seres humanos, y muy especialmente como mujeres, sentimos los acontecimientos que están sucediendo en Afganistán como una terrible agresión contra los habitantes de ese olvidado, hasta ahora, rincón del planeta. Y también contra todas aquellas personas que pensamos que el respeto es la base sobre la cual debe asentarse cualquier sociedad.Aunque no sintamos prevención frente a ningún ideario religioso, nos parece espeluznante el uso que ese grupo de soldados-teólogos (¿o teólogos-soldados?) está haciendo del Corán y de la antigua religión de Mahoma. De la misma manera que ocurrió en Irán, han llegado como una especie de azote contra todo y especialmente contra todas. Se trata de una cruzada contra cualquier atisbo de igualdad, progreso, espontaneidad, felicidad...
En definitiva, una agresión contra cualquier carta de derechos humanos. Por ello, y en nombre de lo que representa la humanidad, exigimos que no se establezcan relaciones diplomáticas que legitimarían tan terrible situación, y que el Gobierno español, como representante que es de nuestra voluntad, censure en los organismos pertinentes a todo aquel Gobierno que pretenda hacerlo.- y 130 firmas más.
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