Kohl y Chirac pactan un plan para reforzar la UE
El presidente francés, el gaullista Jacques Chirac, y el canciller federal alemán, el democristiano Helmut Kohl, presentaron en la 68ª cumbre francoalemana, celebrada ayer en Núremberg, una carta de 12 folios sobre la reforma de la Unión Europea (UE). Ambos proponen introducir la votación por mayoría cualificada en el Consejo Europeo; reducir los miembros de la Comisión Europea; buscar "una cara" y "una voz" para la política exterior y de seguridad común (PESC), e insertar progresivamente el pacto militar de la Unión Europea Occidental (UEO) en la UE. La carta se refiere también al derecho de asilo entre países de la UE y recomienda que no se pueda invocarlo, dado el carácter democrático de sus miembros.
Parecía que el frío reinante en el exterior se hubiese contagiado al interior de la cumbre, no en vano Kohl y Chirac no lograron ningún avance sobre la unión económica y monetaria en la disputa sobre la introducción de un mecanismo automático para mantener la estabilidad una vez entre en vigor el euro. Según fuentes allegadas a los participantes en la cumbre, Francia se sigue negando al automatismo sancionador que desea aplicar Alemania a los países que no cumplan los criterios que deben acompañar a la moneda única. Un Kohl con la cara congestionada y un Chirac distante se presentaron en la conferencia de prensa y tras hacer algunos chistes dieron respuestas con aire defensivo, en una ceremonia que pueda calificarse de periodismo ficción, porque el texto de la carta se repartió después de la conferencia de prensa. Las preguntas de los periodistas respondían, por tanto, a la musa individual y al habitual patriotismo de ocasiones semejantes: un holandés preguntaba por la política de drogas de su país, los británicos buscaban reacciones a unas declaraciones de su primer ministro...
La carta firmada por Chirac y Kohl va dirigida al primer ministro irlandés, John Bruton, en su condición de presidente en ejercicio del Consejo Europeo y se divide en tres apartados: política interior, política exterior y de seguridad común y reformas institucionales. La lucha contra la delincuencia organizada, las mafias y el terrorismo es una de las obsesiones de Kohl. El canciller llegó a afirmar que dentro de pocos años la lucha contra las mafias y la delincuencia organizada será tan importante como el paro. Según él, la aceptación de Europa por parte de los ciudadanos dependerá de que la delincuencia no se incremente con la política de apertura de fronteras.
En la cuestión de la llamada PESC, Chirac y Kohl proponen crear un centro de análisis en forma de estructura común permanente para desarrollar estrategias, con un papel central en la preparación y aplicación de las decisiones del Consejo y el Comité Político. Para hacer más eficaz el Consejo europeo en asuntos de la PESC, ambos mandatarios creen que se deben adoptar medidas para suavizar el principio del consenso e introducir el de voto mayoritario.
'Abstención constructiva'
No obstante, "el Consejo Europeo, que representa la expresión suprema de la voluntad política de la Unión, deberá seguir regido por el principio del consenso". Kohl y Chirac ofrecen recurrir a la posibilidad de una abstención constructiva en cuestiones de PESC, para evitar que se paralicen las resoluciones, pero que al tiempo quede constancia de tal oposición. En la búsqueda de una cara y una voz, Kohl y Chirac salen al paso del problema de que los que se relacionan con la UE ignoran con frecuencia quién es el interlocutor válido. Por este motivo se trata de buscar lo que algunos han llamado ya míster PESC. Se trata de "una personalidad designada de común acuerdo por los Gobiernos de los Estados miembros y que posea la envergadura política necesaria". Esta personalidad sería responsable ante el Consejo Europeo. Esto exigiría la desaparición de la troika comunitaria en su forma actual. Sobre la reforma institucional de la comunidad el presidente francés y el canciller alemán proponen reformas del Consejo, la Comisión, el Parlamento y hacen sugerencias para los Parlamentos nacionales. El consejo deberá recurrir "en la medida de lo posible al voto de la mayoría cualificada". Las excepciones a esta regla deberán ser enumeradas. Ante la ampliación de la UE, deberá revisarse "la ponderación de votos en el Consejo, para garantizar un equilibrio representativo de los Estados miembros".
La Comisión deberá ver garantizada su capacidad de acción y eficacia. Para ello, Chirac y Kohl sugieren reducir el número de miembros. A partir de la próxima ampliación, el número de comisarios europeos será menor al de países de la Unión Europea. Al Parlamento Europeo se le plantean también una reducción y simplificación de procedimientos.
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