Prosperar sin destruir la naturaleza, reto final de la Cumbre de las Américas

El complejo desafío asumido por los 34 Gobiernos representados en la Cumbre de las Américas sobre Desarrollo Sostenible, clausurada ayer en Santa Cruz, consiste en aprobar políticas y fondos para impedir que la retórica derrote nuevamente a los hechos, y pueda ejecutarse el Plan de Acción: prosperar económicamente sin destruir la naturaleza. La condonación de la multimillonaria deuda externa latinoamericana fue debatida, pero no incluida en el documento final.

En las decenas de discursos sobre desarrollo, pobreza y medio ambiente escuchados en esta ciudad boliviana, con algunas intervenciones vacuas por estereotipadas o marcianas, no se ocultaron las dificultades del proceso hacia la reducción del masivo contingente de indigentes americanos sin que éstos acaben comiéndose los cedros o envenenen los ríos para pescar anguilas. "A los pobres no les queda otra salida que agotar los recursos a mano", admitió el presidente peruano, Alberto Fujimori. El frecuente desánimo o el escepticismo sobre la concertación de programas, vinculantes y capaces de combatir la pobreza, tiene su razón de ser porque apenas se ha avanzado. Ya en los anos sesenta se habló de "desarrollo integral", en la década de los setenta de "endógeno", en los ochenta ya era "sostenible", con vocación de durar, y luego se acuñó el término "desarrollo humano", con el hombre como fundamento. Quienes hubieran debido recibir los frutos de esa concertación poco parecen esperar. "Yo estoy muy contenta porque han limpiado mi callecita. De lo otro no sé nada" comentaba una vecina domiciliada en la ruta de las comitivas oficiales.

Federico Mayor Zaragoza, director de la UNESCO, cree, sin embargo, que ahora se ha acertado con la definición de desarrollo pues durante 40 años lo social permaneció a la sombra de lo económico. "Cuando por primera vez se habla de disminución de la pobreza, y se habla de recursos humanos se está dando una vuelta muy grande. Que nadie piense hoy en integrar una región, un país por el solo hecho económico y comercial. El dinero divide". El secretario general de la OEA, César Gaviria, reconoció que "no existe ninguna nación del hemisferio que puede afirmar que ya se encuentra en la senda del desarrollo sostenible".

La Declaración de Santa Cruz de la Sierra, firmada por los jefes de Estado y de gobierno o delegados asistentes a la cumbre, presta especial atención a las penosas condiciones de vida de las minorías, poblaciones indígenas, mujeres, niños, ancianos y discapacitados, y advierte que el alivio de la pobreza sólo será posible con políticas que aborden "las interrelaciones entre ser humano y naturaleza".

Los gobernantes americanos subrayaron que la plena participación del sector privado, así como la colaboración de cooperativas y otras formas de organización productiva, resulta fundamental para aprovechar recursos y dinamismo en el proceso hacia el desarrollo de una parte del mundo con el 40% de sus habitantes sufriendo penurias.

El número de iniciativas contenidas en el Plan de Acción anexo a la declaración final asciende a 65 y su ejecución dependerá del apoyo de los organismos financieros y de cooperación hemisféricos y regionales.