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Los sextillizos de Huelva evolucionan bien entre el cuidado extremo de los médicos

El Gobierno central se suma a los ofrecimientos de ayuda para la familia

Rosario y sus sextillizos evolucionan bien. Los médicos del hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, que practicaron la cesárea a la mujer la tarde del jueves, en la 30ª semana de gestación, expresaron ayer en un comunicado que "el estado de la madre es completamente satisfactorio". Los médicos también son optimistas respecto a la evolución clínica de los bebés, cuatro niños y dos niñas, que se hallan en "una situación estable desde el punto de vista cardíaco y hemodinámico". El Gobierno se sumó a la Administración regional en su intención de ayudar a la familia.

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Rosario Clavijo y su marido, Miguel Angel Raposo, todavía no han decidido el nombre que pondrán a sus hijos. El hombre, con ojeras, muy cansado, pero tremendamente feliz, dijo ayer: "Todo ha salido como queríamos. Estamos muy contentos".El hospital Juan Ramón Jiménez vivió una jornada marcada por la alegría, como toda la provincia de Huelva. Rosario recibió decenas de ramos de flores y numerosas muestras de solidaridad. El Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Bollullos Par del Condado, localidad en donde vive el matrimonio, se comprometieron ayer a ayudar económicamente a la pareja en el futuro.

Pero Miguel Ángel Raposo, un albañil con trabajos esporádicos en obras de su pueblo, no pensaba ayer para nada en su futuro laboral. "Dios ha querido que el alumbramiento llegue a un feliz término", dijo durante una breve comparecencia ante los periodistas. "He pasado la noche al lado de mi mujer. Chari está estupendamente y los niños evolucionan bien. Felicito al hospital por su trabajo, chapeau para él, al equipo médico y de enfermería".

El hombre no olvidará nunca las primeras palabras que le dirigió Rosario tras el alumbramiento. "Todo ha salido bien, Miguel, tenemos seis hijos", le dijo la mujer con un hilo de voz casi imperceptible, aturdida por la anestesia.

Los sextillizos superaron bien las primeras 24 horas de vida, las más peligrosas en estos casos. Los médicos, sin embargo, se muestran cautos e insisten en que la vida de los pequeños pende de un hilo. "Un momento importante, decisivo, será cuándo se les retire el respirador artificial, que ahora asiste a los seis bebés. El respirador es una ayuda agresiva, porque les facilita la oxigenación, pero les hace daño, pues potencia el riesgo de infecciones y estropea los pulmones", manifestó a EL PAÍS la doctora Fátima Aburto, responsable de la UCI neonatológica, que pasó ayer una noche de intenso trabajo junto a las seis incubadoras.

Los médicos mantuvieron todo el día a Rosario en la sala de reanimación post-anestésica "para realizar el adecuado seguimiento clínico y facilitar el reposo psíquico de la paciente", indicó el doctor José María Garzón. Los facultativos practicaron la cesárea a Rosario a las seis de la tarde del jueves, después de que una ecografía detectara que uno de los siete fetos había fallecido. El nuevo embrión muerto ponía en riesgo a otros dos, con los que compartía bolsa. El embarazo de Rosario era, en principio, de octillizos, pero otro, feto falleció hace tres semanas.

La pareja forma parte del colectivo católico de base Nuevo Movimiento Neocatecumenal. Rosario, de fuertes convicciones religiosas, rechazó en todo momento la posibilidad de someterse a un aborto selectivo o reducción embrionaria, una práctica habitual en los hospitales españoles.

Los recién nacidos pesaron entre 765 gramos y 1,4 kilos. Los médicos están especialmente preocupados por los de menos peso. Uno de ellos necesita insulina por tener un alto nivel de azúcar, "derivado de su propia inmadurez metabólica", según indicaron los médicos. Rafael Estefanía, jefe de Pediatría del hospital, dijo ayer que habrá que esperar algunas semanas para conocer las posibilidades de subsistencia de los bebés.

Las distintas administraciones están dispuestas a ayudar a la familia, que ya tenía una hija. El ministro de Trabajo, Javier Arenas, manifestó ayer en Sevilla, que el Gobierno central "está dispuesto a colaborar en lo que solicite la familia de los sextillizos". Representantes de la Administración central mantendrán la próxima semana un encuentro con Miguel Angel Raposo "para ver qué necesitan".

Habitantes para el pueblo

Por su parte, el alcalde de Bollullos Par del Condado, Francisco Javier Camacho (IU), que ayer visitó a Rosario durante 30 minutos, explicó que su Ayuntamiento "estará presente en todas las negociaciones con la familia Raposo y denunciará los incumplimientos". En tono coloquial, el alcalde se felicitó porque "con estos seis niños recién nacidos, el pueblo se acerca ya a los 13.000 habitantes: faltaban 30".La delegada provincial de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía, María Luisa Faneca, acudió al hospital Juan Ramón Jiménez para entrevistarse con el padre y conocer las necesidades de la familia.

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