La muerte de un preso confirma los abusos del Gobierno palestino
La muerte de un prisionero palestino en una cárcel de Jericó confirmó ayer uno de los peores temores de los organismos defensores de los derechos humanos: los excesos de los servicios de seguridad del Gobierno de Yasir Arafat van en aumento y en las cárceles palestinas no sólo se maltrata y tortura, sino que se mata a balazos.
Rashid Fityani, de 25 años, murió de un disparo la noche del martes en un confuso episodio que la policía describió como una riña con un guardia durante un intento de fuga. Fityani, que llevaba casi dos años preso sin haber sido procesado bajo la acusación de haber actuado como colaboracionista de Israel, es el décimo palestino que muere en las cárceles de Arafat desde que éste asumió el control de Gaza y Jericó en 1994.
Las autoridades palestinas anunciaron ayer la detención del guardia que disparó contra Fityani.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
