El director del instituto de San Blas cree que la pelea se desató por chulería

La reyerta estudiantil que el martes acabó con un menor herido de una puñalada en el pecho se desató por una "cuestión de chulería". Así lo cree Carlos Romero Aires, director del instituto Marqués de Suanzes (San Blas), en el que estudiaban los dos cabecillas de la pelea, Said Carlos M. G., de 17 años, estudiante de primero de bachillerato, y Javier L. D., de 16 años, alumno de tercero de ESO. Se trata, según Romero, de dos alumnos conflictivos, especialmente Javier, quien el curso anterior fue expulsado de un centro privado."Sobre quién tuvo la culpa, pues no lo sé. Los alumnos aportan versiones totalmente opuestas. Pero lo que está claro es que no medió droga, sino más bien un comportamiento propio de gamberros", añadió Romero.

La reyerta se inició sobre las once de la mañana en la pista de patinaje municipal de la avenida del Veinticinco de Septiembre, un lugar próximo al instituto -(véase EL PAÍS de ayer). Allí, los dos rivales, que días antes habían aplazado su enfrentamiento, se vieron las caras. Cada uno acudió acompañado de su cuadrilla. Catorce chavales en un bando, y seis en otro.

En la trifulca resultó herido grave Carlos P. H., de 16 años. El supuesto agresor fue Juan Pedro L. D., de 18 años, hermano de Javier. Ni la víctima ni el atacante estudiaban en el instituto.

El apuñalamiento desencadenó la cólera de los amigos del herido, quienes se lanzaron contra el agresor y su hermano. Ambos huyeron hacia el instituto y se refugiaron en el despacho del director. Allí abandonaron el cuchillo y fueron entregados a los agentes de la comisaría de San Blas. La policía, que no da las pesquisas por terminadas, ha detenido de momento a siete implicados y ha tomado declaración a tres menores de 16 años -dos de ellos, alumnos del instituto.

Falta muy grave

Ante estos hechos, el consejo escolar del centro de San Blas ha decidido reunirse para nombrar a un instructor que investigue lo sucedido. Una vez finalizada esta fase, el consejo tomará una decisión. La agresión es considerada una "falta muy grave" que puede implicar desde una expulsión de cinco días hasta la recomendación de cambio de centro escolar. "A nadie se le puede dejar sin educación. Pero ante este caso hay que reconducir el proceso educativo y hacer ver a los alumnos que la violencia es peligrosa", indicó Romero.

Los alumnos del instituto Marqués de Suanzes no salieron ayer del centro. La policía vigiló el lugar para evitar nuevos enfrentamientos. "Este instituto es maravilloso y nunca hemos tenido problemas. Trabajamos en una zona difícil, con más de un 20% de paro y un alto índice de separaciones, y no es justo que sólo se acuerden de nosotros para estas cosas, porque nuestros alumnos trabajan como nadie. De hecho, este año, un estudiante nuestro ha recibido uno de los tres premios nacionales de bachillerato. Eso es un ejemplo", concluyó Romero.