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Maragall deja la puerta abierta a una eventual candidatura a la presidencia de la Generalitat

Pasqual Maragall, a base de no cerrar ninguna, dejó ayer todas las puertas abiertas sobre su futuro político. Incluida la posibilidad de encabezar una candidatura a la presidencia de la Generalitat en 1999, opción que no descartó en ningún momento. "La medida de mi ambigüedad es la medida de la ansiedad de ustedes", respondió el alcalde de Barcelona ante las reiteradas preguntas de los periodistas acerca de sus proyectos políticos a medio plazo. Maragall insistió en que la decisión de abandonar la alcaldía en septiembre de 1997 -anunciada este pasado fin de semana ante el congreso local del PSC- responde a motivaciones personales, aunque admitió que el resultado del congreso la aceleró.

Pasqual Maragall, en una conferencia de prensa convocada para explicar los motivos de su renuncia, mantuvo en todo momento una total ambigüedad sobre su futuro político. El alcalde manifestó que personalmente necesitaba un periodo de descanso y "descompresión", aunque enseguida matizó que en estos momentos aún no tiene claro en que se traducirá, dentro de 10 meses, este deseo. Ni siquiera si realmente acabará cumpliéndolo y retirándose por una temporada de la primera línea de la escena política. "En este momento no tengo otra pretensión que trabajar por Barcelona", afirmó."Quien quiera sacar conclusiones respecto de pretensiones políticas que van mas allá [de las razones puramente personales] lamento comunicar que se equivoca. No tengo ninguna idea precisa. No tengo respuesta, de verdad", insistió Maragall una y otra vez ante las reiteradas preguntas que se le hacían acerca de sus intenciones. A la pregunta de si pensaba en la posibilidad de encabezar dentro de tres años una candidatura alternativa a la presidencia de la Generalitat, contestó con el silencio. El alcalde no quiso cerrar ninguna puerta.

La plana mayor del PSC, con Narcís Serra a la cabeza, seguía declarando ayer -todavía en medio del desconcierto provocado por la decisión de Maragall- que el candidato oficial del partido socialista a la Generalitat es el actual presidente del grupo parlamentario y alcalde de Girona, Joaquim Nadal. Sin embargo, en medios de la dirección empieza a tomar cuerpo la idea de que, llegado el momento, el PSC no debería desaprovechar la oportunidad de utilizar el capital político del que hoy por hoy es su líder con más tirón electoral para plantear batalla a Jordi Pujol.

Pasqual Maragall atribuyó a motivos personales y a la presión de su familia la decisión de dejar la alcaldía de Barcelona y no volver a presentarse en 1999. Y también a motivos políticos: la necesidad de no perpetuarse en el cargo, que ocupa desde finales de 1982. "Quince años son muchos y Barcelona necesita un cambio", afirmó. El alcalde negó, no obstante, que la razón última fuera la fatiga o' el cansancio -"esta ciudad da más de lo que quita", subrayó-, y reiteró su convicción de que empieza a ser hora de limitar los mandatos políticos.

El alcalde intentó quitar hierro ayer a las discrepancias políticas con su partido y, particularmente con la federación socialista barcelonesa, pero admitió que el resultado del congreso -con el que está manifiestamente en desacuerdo- fue la razón que precipitó el anuncio de su retirada. "La composición de la ejecutiva [donde el aparato del partido sigue manteniendo el control en detrimento de las personas de confianza del alcalde] no salió hasta las seis de la mañana", destacó Maragall como argumento para justificar el hecho de que no avisara a nadie de la dirección del PSC y aún menos del PSOE. Sólo lo sabía su círculo familiar. "Difícilmente nadie más podía saberlo", dijo.

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