Compay Segundo y Carlos Nuñez, estrellas del Womad canario
50.000 personas participaron en la primera jornada
El Womad comenzó el pasado viernes con marea baja y puntualidad británica. A las nueve de la noche salió al escenario principal la veterana orquesta grancanaria Mestisay, a quien se encargó abrir el fuego. Como la mayor parte del público -a esta hora, unas 5.000 personas, aunque luego se multiplicaría por 10 la cifra de asistentes- conocían su repertorio, al grupo que lidera la cantante Olga Cerpa no le costó mucho transfomar sus buenas intenciones en cálidos aplausos.
Mestisay, aglutinadoreg del cancionero canario y la tradición cubana, contentaron al sector más maduro del público, que misteriosamente desapareció cuando llegó al escenario2 el nortamericano Sid Griffin. El ex líder de los históricos Long Ryders y actual integrante de Coal Porters superó las dificultades propias del íntimo formato acústico -él a la guitarra y Kate Sant Jones, habitual de Van Morrison, al saxo- y ofreció una brillante demostración de rock y folk.Inmediatamente después comenzó la actuación de Compay Segundo, a quien ya se había visto interpretando Gúantanamera como invitado de Mestisay. Con él se empezaron a contonear las caderas de los asistentes a la playa de Las Canteras, que ya andarían por los 50.000, según fuentes policiales, aunque a lo largo de la noche llegarían a pasar por la playa hasta 80.000. Compay terminó con Para Vigo me voy, y como corresponde. al espíritu de mezcla y compañerismo, que luce el certamen, invitó al escenario á Carlos Núñez. Éste despidió al maestro cubano y comenzó su propia actuación, con la que el público, por primera vez, comenzó a botar.
Este gaitero y flautista, que fue uno de los, triunfadores de la noche, debe ser estudiado como uno de los escasos fenómenos musicales de los que puede presumir nuestro país. Con sus temas más vivos, Núñez hizo rugir al público.
El cuarteto ruso Terem, que actuó justo a continuación, ejecutó durante media hora un repertorio que llegaba a parecerse al tango iconoclasta del argentino Astor Piazzolla. Estos cuatro músicos, nacidos artísticamente en el Conservatorio de Leningrado hace una década, tienen en la balalaika su principal arma (llevan hasta tres). Fun Da Mental aparecieron a las dos y media de la madrugada. El -líder de la banda, el paquistaní Propagandi, es el responsable de los fascinantes versos cantados en qawwali (lengua sufí popularizada por la estrella étnica Nusrat Fateh Alí Khan), que, superpuestos a ritmos de hip hop, configuran una música explosiva.
En la primera jornada de este Womad canario brilló por su ausencia Reminy Ongala. El africano se ha visto sorprendido por el terrorífico conflicto que sacude la zona de los Grandes Lagos en Zaire. Pese a ser de nacionalidad tanzana, Ongala no ha podido obtener el visado para abandonar el país. El director artístico de Womad aseguró que el artista se encuentra a salvo. Kali, un artista de Martinica especialista en reggae antillano, le suplió en el concierto.
Babelia
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