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El ministro del Interior se enteró por un periodista del secuestro de Delclaux, cuando estaba con Atuxa

El viceconsejero vasco de Interior, José Manuel Martiarena, aseguró ayer que la Ertzaintza no ocultó al Ministerio del Interior que se había producido el secuestro del abogado Cosme Delclaux en Vizcaya, sino que lo comunicó a las seis de la tarde del pasado día 12 "a través de los canales habituales". Sin embargo, el hecho es que el ministro Jaime Mayor Oreja tuvo la primera noticia del secuestro sobre las ocho de la tarde del mismo día a través de una llamada de un amigo periodista de Bilbao, que le telefoneó al hotel Burgos donde en ese momento estaba reunido con el consejero vasco de Interior, Juan María Atutxa. Este último desconocía el asunto, aunque unos minutos después se lo confirmó su viceconsejero Martiarena.

La descoordinación existente entre la policía vasca y las fuerzas de Seguridad del Estado motivó que Jaime Mayor Oreja compareciera ayer ante la prensa, tras asistir a la reunión del Consejo de Ministros en La Moncloa. El diario El Mundo había publicado una información titulada "La Ertzaintza engañó a la policía ocultándole el secuestro de Delclaux". Mayor afirmó que actualmente la cooperación es "impecable" y disculpó estas disfunciones señalando que las primeras horas de un secuestro son siempre "difíciles y confusas".Sobre las nueve de la mañana del pasado día 12, Carmen Zubiria telefoneó a la Ertzaintza para informar de la desaparición de su hijo Cosme. El matrimonio Delclaux formalizó la denuncia en la comisaría le Getxo sobre la una de la tarde. Según el Viceconsejero vasco de Interior, José Manuel Martiarena, sobre las seis de la tarde del martes comunicó a las fuerzas de seguridad del Estado, a través de un canal reservado, que había rumores de que se había producido un secuestro. Sin embargo, fuentes de Interior desmintieron esta versión.Mayor Oreja, que ese día estaba reunido en el hotel Landa, de Burgos, con el consejero Atutxa, se enteró del secuestro alrededor de las 19.35 por una llamada de un amigo periodista de Bilbao.

Mayor Oreja comentó esa llamada con Atutxa, el cual puso cara de sorpresa y aseguró que no tenía la menor noticia. En ese momento intervino el viceconsejero Martiarena para decir: "Ah, sí. Debe ser algo relacionado con una denuncia que ha habido en Getxo". El ministro hizo notar su preocupación, teniendo en cuenta que se trataba de un miembro de una familia acaudalada, por lo que ETA podría estar detrás.

El ministro movilizó inmediatamente a su secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, y al jefe de Información de la Guardia Civil, Pedro Muñoz, quienes confirmaron las sospechas. Cuando Mayor y Atutxa se despidieron en torno a las 12 de la noche, tras hablar telefónicamente con la familia Delclaux, aún no existía la "seguridad plena" de que fuera una acción terrorista.

Al día siguiente, el ministro mantuvo en Bilbao una reunión con el delegado del Gobierno en el País Vasco en la que le acompañaron el general Pedro Muñoz y el comisario general de Información, Jesús de la Morena. Estos últimos expresaron al ministro su malestar por no haber sido informados por la Ertzaintza del secuestro de Delclaux. Tras eso, Mayor y Atutxa acordaron nombrar sendos enlaces -el general Muñoz y un alto mando de la Ertzaintza-, que desde ese momento "han trabajado estrechamente y sin problemas", según fuentes de Interior. Los dos mandos policiales se han reunido desde entonces cuatro veces (la última ayer en Madrid).

Según El Mundo, la Ertzaintza llegó a negar a la Policía a las 20.48 del día 12, a través del canal interno de cabeza-cola, que se diera por desaparecido a Delclaux. Sin embargo, según Martiarena, la policía estatal fue alertada a través de un canal exclusivo para información reservada. "Todo lo hicimos siguiendo escrupulosamente el protocolo de comunicaciones en caso de secuestro", agregó.

Mayor Oreja reiteró, tras el Consejo de Ministros de ayer, que ETA no pretende "una estrategia de paz", sino que mantiene una táctica de "trampas permanentes", por lo que el Ejecutivo no se plantea iniciar ningún diálogo con la banda. El ministro respondía así al documento elaborado el pasado verano por ETA y KAS denominado Gerri politiko berria (Nueva cintura política), publicado ayer por El Correo. El escrito asegura que ETA ha apostado por una nueva línea de actuación con la que pretende que su entorno llegue a acuerdos con los demás partidos y una distensión con el Partido Nacionalista Vasco.

El lehendakari vasco, José Antonio Ardanza, también se mostró escéptico sobre una posible distensión por parte de ETA, ya que en la banda, según su opinión, siguen mandando los que mantienen posiciones más radicales dentro de ese conglomerado.

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