Aznar anuncia en Barcelona una reforma laboral en 1997 para establecer un contrato flexible

El presidente de Gobierno, José María Aznar, emplazó ayer a la CEOE y a los sindicatos a que alcancen un acuerdo sobre empleo en las primeras semanas de 1997. Su objetivo es poder cerrar para entonces una reforma que establezca un contrato laboral flexible. La confianza del Gobierno en el diálogo social, las reformas estructurales y la preocupación fundamental por el empleo fueron los ejes de su conferencia en la sede de Fomento del Trabajo, la patronal catalana, ante 500 empresarios. Tras su discurso, Aznar se reunió con Jordi Pujol, presidente de la Generalitat, durante 45 minutos. Aznar declaró que habían "hablado de fútbol y otras cosas". En el terreno de los contenidos políticos, Aznar mencionó los pactos sobre financiación suscritos con los nacionalistas para advertir que "esste nuevo modelo desarrolla y completa el concepto constitucional de autonomía"."

El Gobierno ha manifestado en repetidas ocasiones que confía en el diálogo social y ahora espera que en las primeras semanas de 1997 este diálogo ofrezca resulta dos", afirmó Aznar en su intervención de ayer en Fomento, que celebraba el 225º aniversario de la entidad con la participación del ministro de Industria, Josep Piqué; el consejero de la Presidencia de la Generalitat, Xavier Trias; el presidente de la patronal catalana, Juan Rosell; el ex presidente de la CEOE Carlos Ferrer Salat, y destacados patronos del mundo industrial catalán. El Gobierno, precisó Aznar, es consciente de que no se pueden hacer oídos sordos a los organismos económicos internacionales, que una y otra vez animan a que España acometa una nueva reforma del mercado de trabajo. Y fue muy claro. En un asunto de tanta trascendencia, si los agentes sociales no alcanzan acuerdos, "el Gobierno no dudará a la hora de asumir sus propias responsabilidades", advirtió en un tono de rigor. Aznar destacó que 1997 será el año del empleo en España, en el que deben ponerse las bases de lo que llamó el contrato laboral del siglo XXI, "un modelo de contratación ágil, con la suficiente capacidad de adaptación en un escenario enormemente cambiante, capaz de facilitar la incorporación al mercado de estudiantes que quieran pagarse su carrera, de mujeres que quieran compatibilizar sus actividades y de jubilados que lo deseen; no podemos derrochar ningún recurso". En su mensaje a los empresarios catalanes, Aznar anunció tres grandes reformas pendientes a desarrollar durante la legislatura. Se refirió a una imprescindible reforma fiscal que tomará forma en las próximas semanas, cuando el Gobierno apruebe el Estatuto del Contribuyente, que será remitido al Congreso como proyecto de ley. En el mismo, el Ejecutivo incluirá un sistema de acuerdos y consultas para la equiparación de los intereses que cobra la Administración y los que paga, y que preservará la presunción de la buena fe de los ciudadanos ante la exigencia fiscal situando la relación tributaria en un plano de normali dad entre la Administración y los dministrados. En este apartado, znar destacó que la Ley de compañamiento de los Presupuestos de 1997 abre ventanas a una mayor contribución del sector privado a la provisión de bienes públicos porque la financiación privada de infraestructuras no sólo ahorra recursos al Estado, sino que permite una gestión más eficaz de los servicios".

La segunda gran iniciativa presentada por Aznar a los empresarios fue la de las reformas estructurales. El presidente destacó la introducción de una mayor competencia en la mejora del bienestar social, la reducción de las hipotecas, la bajada de las tarifas aéreas, la liberalización de las telecomunicaciones, la reducción de la inflación que mejora las rentas familiares y finalmente la disminución de las tarifas eléctricas, que Aznar situó en un 20% a lo largo del próximo quinquenio. El ministro de Industria, presente en la reunión, recibió, aun sin ser aludido por el presidente, el respaldo del propio Aznar, que puso como ejemplo el importante proceso de liberalización del sistema eléctrico "para beneficio tanto de las familias como de las empresas".

El perfeccionamiento de los sistemas de empleo y la protección social son el tercer objetivo desplegado en la ponencia de Aznar. El presidente destacó los resultados alcanzados en las soluciones extrajudiciales de los conflictos laborales y la confianza conseguida para los pensionistas, que hoy pueden mirar con seguridad "y tranquilidad su futuro sabiendo que el poder adquisitivo de las pensiones va a estar garantizado por ley". Aznar se extendió en la gravedad de la falta de empleo, especialmente entre los jóvenes, y admitió que es inaceptable gastar el 5% del producto interior bruto en educación cuando se impide a los jóvenes acceder a un empleo. Destacó, asimismo, que es imposible mantener una relación laboral en la que más del 95% de los nuevos contratos son temporales.

Horas antes, Pujol había declarado a una emisora de radio que era "una ingenuidad" que el PP piense que el pacto pueda condicionar "él solo" cuatro años de legislatura.

El presidente catalán explicó a COM Ràdio que si los acuerdos con el PP se limitaran al pacto escrito, se llegaría a "una inestabilidad de la vida política española, y de la catalana de rebote". Por ello reclamó que "se vaya con cuidado" para que esta legislatura "no resulte más inestable que la anterior". Pujol dijo que la "convicción" de CiU en favor de mantener el pacto con el PP se manifiesta "a la hora de votar, y en este momento no se ha fallado ninguna vez, cuando hacía falta".

La concepción del pacto de investidura y gobernabilidad como algo abierto enfrenta a CiU con los populares, quienes se resisten a ir más allá de su contenido. Es esta concepción del pacto cerrado la que lleva al PP a negar el traspaso de las políticas pasivas del Inem. y los impuestos especiales.