Ella tira con bala

Resulta una tentación casi irresistible el considerar a Astrid Hadad como una mexican curiosity, otra muestra de la inagotable capacidad de los descendientes de los aztecas para burlarse de sus propias desdichas. Pero eso es injusto: el discurso de esta actriz-cantante es universal, como se esfuerza en recalcar al comentar los paralelismos entre una ciudad controlada por el PP y esos ayuntamientos mexicanos que dirige el PAN "y ni vender condones dejan". O al narrar las peripecias de su gira europea -con parada en EE UU- al viajar con un músico cubano y negro.El discurso de Astrid Hadad es inmensamente ácido, pero hilarante, como cuando escenifica el comportamiento de las mujeres mexicanas en el cine de Hollywood, que suelen terminar bailando flamenco, lo que permite que ella ironice sobre los excesos de nuestras folclóricas.
Astrid Hadad y Los Tarzanes
Astrid Hadad (voz principal), Omar Ortiz (teclados), Sibila de Villa (saxo), Marco Antonio Manrique (congas), Juan Cisneros (guitarra), Leonel López (bajo, guitarrón), Los Humbertos (producción). Sala Caracol. Madrid, 21 de noviembre. 2.000 pesetas.
Se trata de humor de supervivencia, reír para no llorar, la burla del crucificado que suplica "no me quiten los clavos/ porque me caigo". Sus constantes cambios de (alucinante) vestuario tienen como nexo su particular narración de la historia de México, "una suma de corrupciones: los aztecas eran unos tiranos, y llegó Cortés, que hasta robaba la mesada de sus soldados".
Astrid Hadad muerde más que canta, desde luego. El repertorio con el que ha viajado esta vez no se limita al heavy nopal, como anteriormente definía su música: junto a las rancheras venenosas, ahora suena sobre todo jazz arrastrado, rumbas y sones de Matamoros, Lecuoria y otros ilustres autores caribeños. Astrid Hadad declara estar feliz de visitar "una España tan idiotizada como LatinoamérIca, gracias a la televisión".
Finalmente, el deslumbrante espectáculo de esta cantante inclasificable es una invitación a la crítica más despiadada y corrosiva, incluyendo entre los remedios el ejercicio de la pasión: visto lo visto, ella proclama a todo el que quiera escucharla que prefiere ejercer de "mala, peligrosa, calculadora y carnal".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Muere el empresario Carles Vilarrubí, pilar de la creación de Catalunya Ràdio y exvicepresidente del Barça, a los 71 años
Brigitte Bardot, una vida en imágenes
Los equipos de rescate reanudan la búsqueda de los cuatro españoles desaparecidos en un naufragio en Indonesia
Muere la actriz Brigitte Bardot, musa del cine francés y controvertida activista, a los 91 años
Lo más visto
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- El alpinista Simone Moro sobrevive a un infarto a 5.000 metros y anuncia la creación de un servicio de rescate aéreo en el Karakoram de Pakistán
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump




























































